Michael Cohen, el exabogado personal de Donald Trump, demandó este jueves en una corte de Nueva York a la Organización Trump, para la que trabajó por más de una década, a la que reclama 1,9 millones de dólares en honorarios y costos que dejó de recibir "sin un fundamento razonable".
En la demanda, presentada en el Tribunal Supremo de Nueva York, Cohen asegura que en 2017 llegó a un "acuerdo contractual" con la Organización para compensarle y "pagar los honorarios y costes de abogados" relacionados con su trabajo "con y a nombre de la Organización y sus principales directores y oficiales".
Parte de ese trabajo estaba relacionado con las investigaciones de Robert Mueller, fiscal especial que indaga sobre la alegada intromisión electoral rusa y la posible colusión de la campaña de Trump, así como "múltiples audiencias del Congreso".
Cohen, quien en mayo ingresará en prisión para cumplir la condena de tres años que recibió en diciembre por su papel durante la campaña electoral de 2016, reclama al tribunal en su acción legal que "millones de dólares en honorarios y costos de abogados no reembolsados" siguen acumulándose.
El demandante, a quien se le revocó su título de abogado en Nueva York tras su condena, está pidiendo además el reembolso de otros 1,9 millones de dólares que se le impusieron en multas, confiscación y restitución tras declararse culpable de violar la ley electoral, evasión contributiva y por mentir al Congreso.
Alega que la Organización Trump dejó de pagar a sus abogados en mayo del año pasado, y poco después, en junio, fue cuando Cohen comenzó a decirle a sus allegados que estaría dispuesto a cooperar con la investigación de Mueller.
En la demanda se recuerda que Cohen asesoró a Trump durante su campaña electoral y detalla el trabajo realizado para el entonces aspirante a la Casa Blanca.
También menciona su intervención a favor de Trump cuando pagó los 130.000 dólares a la actriz pornográfica Stormy Daniels para que no hablara públicamente de la relación que presuntamente tuvo con su entonces cliente y amigo.
En las audiencias públicas, Cohen, que ha dicho que se arrepiente de haber trabajado para el hoy mandatario de EE.UU., le acusó de ser "racista", "estafador" y de ser "un fraude".