Alrededor de la toxina botulínica, mejor conocida como bótox, existen muchos mitos y prejuicios. Uno de ellos es que crea volumen en el área del rostro que se aplica y lo desfigura. Nada más lejano de la realidad.
De acuerdo con la experta en medicina estética Mercedes Castaños la función del bótox es relajar el músculo para suavizar los gestos de expresión que después causan arrugas.
Indica que el efecto de la toxina suele durar entre cuatro a seis meses, pero que todo dependerá de la fuerza del músculo.
Los lugares donde se puede colocar bótox son el labio superior, cuello, nariz, entre cejas, patas de gallina, cejas, entre otros. Castaños afirma que el bótox no tiene edad, sexo, ni color, sino necesidad.
Recomienda que el tratamiento con bótox se realice de forma preventiva para evitar que con el pasar de los años, las líneas de expresiónse conviertan en arrugas permanentes.