Al menos seis individuos provistos de fusiles participaron este jueves en el asesinato en Tegucigalpa de cuatro hombres, entre ellos un hijo del expresidente de Honduras Porfirio Lobo (2010-2014), según imágenes registradas por cámaras de vigilancia.
El crimen fue perpetrado en la salida del edificio Torre Morazán, a orillas de un bulevar de la capital hondureña, luego de que las víctimas salían de una discoteca situada en el mismo inmueble, hacia las 02.00 hora local (08.00 GMT).
En el video se observa el momento de la llegada de un vehículo de doble cabina que se aparca frente a la entrada del edificio, del que se bajan seis hombres corriendo con fusiles automáticos y vestidos con uniformes similares a los que usan fuerzas de seguridad del Estado. De los atacantes, uno solamente portaba una pistola.
En ese instante los cuatro jóvenes estaban por salir en dos vehículos. Del segundo automóvil se observa que bajó una mujer, sin ser agredida, que luego sale de escena.
Los hombres armados, con gorra, el rostro cubierto y guantes, abrieron las puertas de los vehículos, obligaron a sus ocupantes a bajarse y los pusieron manos arriba contra una pared lateral, dejando sin capacidad de reacción a los guardias de seguridad del edificio.
Luego de matarlos, con disparos en la cabeza, cuyas imágenes, al menos las que han sido difundidas fueron obviadas, salen corriendo hacia el mismo vehículo en el que llegaron.
Uno de los atacantes, sin soltar el fusil, al parecer fue herido porque cae y se arrastra un par de metros, pero uno de sus compañeros regresa a rescatarlo.
El asesinato ocurrió en menos de un minuto y medio, según las imágenes, aunque el video que ha trascendido, con algunos detalles interiores, dura 2 minutos con 45 segundos.
El expresidente Lobo confirmó a periodistas que su hijo Said Lobo Bonilla, de 19 años, es uno de los jóvenes asesinados, luego de que salieron de la discoteca.
Otro de los fallecidos es el chófer de Said Lobo Bonilla, quien no fue identificado por el exgobernante, quien llegó al sitio del crimen múltiple.
En el hecho también murió Luis Zelaya, de 23 años, pariente del exjefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas Romeo Vásquez, quien dijo en el sitio del crimen que los jóvenes "fueron bajados de los vehículos y los mataron", con disparos en la cabeza.
Las otras dos víctimas fueron identificadas como Salomón Velásquez y Norlan Enrique Rodríguez.
Varios disparos impactaron en una de las paredes del edificio.
Las dos camionetas en que iban los cuatro hombres, todos amigos, quedaron en la salida del aparcamiento del edificio.
El atacante que resultó herido, al parecer fue llevado a un hospital privado, cuyos alrededores fueron resguardados por la Policía Nacional, según versiones de medios locales de prensa.
Las causas del asesinato se desconocen y hasta las 10.30 hora local (16.30 GMT) las autoridades no se habían pronunciado sobre el caso.
Según el exdirector de Medicina Forense Denis Castro, por imágenes que ha recibido, se trata de un crimen que ha sido bien planificado y las autoridades deben actuar y capturar a sus autores.
La violencia criminal en Honduras deja un promedio de entre diez y trece muertos diarios, según fuentes policiales y organismos de derechos humanos.