Más de la mitad de personas de Latinoamérica padecen la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) como mínimo una vez al mes, un mal que provoca ardor, regurgitación y puede derivar en complicaciones precancerosas de no tratarse a tiempo, dijo a Efe el doctor José Antonio Chávez.
"Poco más de 40 % de la población en México y Latinoamérica padece esta enfermedad por lo menos una vez al mes, mientras que entre el 12 % y el 20 % una vez por semana y un 2 % todos los días, sin embargo, sabemos que hay un alto porcentaje de personas que lo padecen y no son diagnosticados", aseveró el gastroenterólogo pediatra.
Este padecimiento, dijo, es crónico y afecta la calidad de vida de personas que, si no se tratan adecuadamente, "pueden desarrollar el esófago de Barret, la cual es una lesión premaligna, precancerosa, que afecta a 10 % de la población y es un preámbulo de carcinoma".
El experto señaló que las complicaciones de la ERGE son resultado del reflujo del contenido gástrico hacia el esófago, la cavidad oral (incluida la laringe) o los pulmones.
Se presenta generalmente en bebés y en personas con sobrepeso, obesidad y de edad avanzada.
"Es multifactorial, puede deberse a la irritación del recubrimiento interno del esófago debido a la exposición de ácido y contenido alimentario, la apertura prolongada de la válvula que protege contra el reflujo y que limita el esófago del estómago, así como cambios en la anatomía del mismo", señaló.
El experto explicó que entre los principales factores de riesgo están la obesidad, la predisposición genética, antecedentes de algún familiar que haya tenido reflujo o hernia hiatal, o enfermedades que alteren la movilidad de estómago, esófago y la funcionalidad de este.
Dijo que conforme aumenta la edad se incrementa el riesgo de padecer reflujo.
No obstante, es una enfermedad común en los bebés que suele desaparecer a los dos años de edad, mientras que entre 20 % y 40 % de los adolescentes lo padecen.
El especialista detalló que el tratamiento de esta enfermedad representa un alto costo para el paciente y su familia, pues debe gastar en medicamentos, pruebas diagnósticas y consultas.
Según Chávez, el costo que puede desembolsar un paciente por estos rubros, incluyendo unos seis meses antes del diagnóstico y hasta un año después, asciende a unos 10.500 dólares.
- Lee también: Hábitos saludables para el consumo mediático de los bebés y los niños en edad preescolar
El experto señaló que entre los principales factores para su prevención están la dieta saludable, evitar la obesidad, el alcohol y el café, además de tener precaución con los medicamentos.
"En ocasiones también se llega al tratamiento quirúrgico, aunque previo a ello se utilizan antiácidos y alginatos, procinéticos e inhibidores de bomba de Protones (IBP)", comentó.
En ese sentido, el laboratorio Chinoin lanzará al mercado mexicano en octubre próximo un nuevo IBP "que permitirá tener una opción terapéutica diferente para mejorar la calidad de vida de los pacientes", indicó César García Granados, gerente de marca de la empresa.
Este nuevo medicamento, dijo, será una opción especialmente para los pacientes "refractarios", es decir, aquellos que no están satisfechos con su tratamiento actual pues no ven aliviados sus síntomas.
"Se estima que tres de cada 10 pacientes están insatisfechos con su medicamento para tratar la ERGE", aseguró García Granados.
El medicamento, dijo el doctor Chávez, está diseñado para surtir efecto con una sola toma al día, sobre todo con la finalidad de que no haya reflujo nocturno y que los síntomas en el día desaparezcan.
Finalmente, el especialista señaló que, aunque el reflujo es una enfermedad fácil de tratar si se atiende a tiempo, la población debe tener cuidado con el uso prolongado de medicamentos.
"Los inhibidores de la acidez pueden favorecer infecciones intestinales, pues bloquean el ácido, el cual es un sistema de defensas del organismo; hay diarreas, neumonía, falta de calsificación de los huesos, y alteraciones sobre crecimiento de bacterias en el individuo", alertó.
Por ello que recomendó acudir al médico para tener la prescripción de estos medicamentos y evitar su uso deliberado por meses o años.