Como hace 32 años, cuando llevó a su país a ganar la Copa Mundial, el argentino Diego Armando Maradona llegará en las próximas horas a México confiado en obrar un milagro mayor, ascender a los Dorados de Culiacán a la Primera división.
"Queremos buscar el ascenso", dijo el presidente del equipo, Jorge Hank, al referirse al fichaje de Maradona, a quien el directivo verá como un salvador capaz de multiplicar los números del 'Gran Pez' como le llaman a los Dorados del fútbol mexicano.
Aunque el revuelo por la contratación del "Pelusa" tiene que ver más con la trascendencia mediática del que es considerado uno de los mejores futbolistas de la historia, en Culiacán lo recibirán como un Mesías capaz de resucitar a un equipo venido a menos en el torneo Apertura 2018.
Maradona, que sabe de goles hermosos como los que hizo con la selección argentina, con el Nápoles italiano y el Barcelona español, llegará a Culiacán con la primera tarea de sacar al equipo de la sequía goleadora, algo complicado porque no tendrá entre sus delanteros a alguno con un talento parecido al suyo.
El ecuatoriano Vinicio Angulo y el argentino Facundo Juárez lideran la línea de ataque de los Dorados que en sus primeras seis presentaciones solo anotaron dos goles y con siete recibidos aparecen en el decimotercer lugar de la clasificación con tres empates y tres derrotas.
Con una escasa trayectoria como entrenador, a pesar de que dirigió a la selección argentina en el Mundial de Sudáfrica 2010, Maradona regresa a trabajar como técnico luego de haberlo hecho en un par de equipos en los Emiratos Árabes.
Ahora lo hará en el humilde Dorados que si bien es el equipo con más finales en el Ascenso del fútbol mexicano, ocho, de las cuales ganó cuatro, no cuenta con grandes jugadores.
El argentino Jorge Córdoba, el colombiano Juan Guillermo Galindez y el mexicano Jorge García serán las otras figuras de la delantera a las que Maradona le dará clases de cómo hacer goles.
Los Dorados fueron noticia mundial en el 2006 cuando contrataron al centrocampista español Josep Guardiola, quien se retiró como futbolista en el equipo bajo el mando del entrenador Juan Manuel Lillo, con quien 'Pep' tomó un cursillo acelerado de liderazgo en el banquillo.
Por el equipo han pasado otros importantes jugadores como el mexicano Cuauhtémoc Blanco y el uruguayo Sebastián Abreu, y ahora está por ver si Maradona hace milagros con el limitado plantel que le van a entregar.
Muchos años después de haber hecho un gol ilegal ante los ingleses y de haber explicado que quien lo anotó fue 'la mano de Dios, Maradona necesitará mucho trabajo y quizás ayuda divina para salir adelante en Culiacán, tierra de amantes de los corridos y del béisbol.
Los hinchas del Dorados esperan de él que como un "Mesías" en tiempos de mercadotecnia resucite a un equipo medio muerto.
La directiva también apuesta a ese milagro, pero si no ocurre, se conformará con un premio de consolación menos romántico, que un Maradona polémico y mediático llene el estadio de hinchas y éstos compren camisetas y consuman productos.