El presidente francés, Emmanuel Macron, advirtió este martes de que los rechazos repetidos del Parlamento británico al pacto negociado con la Unión Europea conducen a un "brexit" sin acuerdo y pidió que la UE no sea el "rehén de una crisis política" en el Reino Unido.
Macron, que recibió en el Palacio del Elíseo al primer ministro irlandés, Leo Varadkar, insistió en que la hipótesis de una extensión del plazo al Reino Unido para encauzar su abandono de la UE no es "ni evidente ni automática", porque la prioridad de los 27 es el funcionamiento de la Unión.
"La UE no puede de forma duradera ser el rehén de la resolución de una crisis política en el Reino Unido", subrayó.
Macron señaló que ahora le corresponde al Reino Unido presentar de aquí al Consejo Europeo de la semana próxima una alternativa "creíble" y que cuente con mayoría en la Cámara de los Comunes, porque en caso contrario "habrá decidido de facto salir sin acuerdo y no podremos evitar el fracaso en su lugar".
El jefe del Estado francés, que ha sido uno de los más duros dentro de la UE con Londres, justificó sus reticencias a aceptar una prolongación del plazo para preparar el "brexit" más allá del 12 de abril con el argumento de que para los 27 "nuestra prioridad debe ser el funcionamiento de la UE y del mercado único".
Y aunque señaló que una vez que esté fuera, el Reino Unido "seguirá siendo un amigo" y "un socio esencial", los países de la UE no pueden seguir dedicándose los próximos meses a "arreglar los detalles de nuestro divorcio".
Macron reconoció que Irlanda será el país más afectado por el "brexit", y por eso no se cansó de repetir ante su primer ministro que "no abandonaremos nunca, pase lo que pase, a Irlanda y a los irlandeses, porque esta solidaridad es la esencia misma del proyecto europeo".
Varadkar le agradeció esas muestras de "solidaridad" y coincidió con Macron en que si bien el Reino Unido está absorbido por el "brexit", ni Irlanda ni la UE pueden seguir así.
No obstante, consideró que "hay que dar todavía al Reino Unido un poco de tiempo y espacio para hacer propuestas creíbles", y que su primera ministra, la conservadora Theresa May, tiene hasta el Consejo Europeo de la semana próxima.
Afirmó que, aunque el acuerdo negociado por May con Bruselas no se puede reabrir, "si el Reino Unido modifica sus líneas rojas", la Unión puede hacer cambios en su declaración sobre la relación futura.
El primer ministro hizo hincapié en que un "brexit" sin acuerdo "sería particularmente difícil para Irlanda" y en que sus prioridades son preservar los acuerdos de paz de Irlanda del Norte del Viernes Santo de 1998 y garantizar la integridad del mercado único y el modelo económico de Irlanda.