El expresidente argentino Mauricio Macri (2015-2019) aseveró que su antecesora en el poder y actual vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, es quien en verdad "está conduciendo el Gobierno" y la acusó de "irracionalidad" y de haber "secuestrado" al peronismo.
"Lamentablemente, la vicepresidenta, que es la que está conduciendo el Gobierno, como casi todos pensábamos que iba a suceder, tiene una agenda propia, que tiene que ver con sus problemas. Y eso hace que ella necesite bloquear, dominar, someter a la Justicia", expresó el exmandatario en declaraciones al canal TN.
COMPARACIÓN CON MARADONA
En su primera entrevista periodística tras perder hace casi un año las elecciones ante el peronista Alberto Fernández -con Cristina como candidata a vicepresidenta-, Macri aseguró que su coalición, Juntos por el Cambio, está dispuesta a dialogar con el oficialismo para llegar a acuerdos para sacar al país de la crisis, pero dijo que antes "hay que salir de la irracionalidad".
"El peronismo (movimiento que integra el kirchnerismo) está secuestrado por Cristina Fernández desde hace más de 10 años. Eso significa que el peronismo ha sido coptado por la irracionalidad. Y si el peronismo no resuelve ese problema, es muy difícil poder acordar", aseveró.
El ex jefe de Estado, que fue presidente de Boca Juniors entre 1995 y 2008, hizo una analogía con el fútbol: "Boca es pasional, popular, vehemente, como puede ser el peronismo. Cuando yo llegué a Boca, para poder lograr lo que soñaba hubo que construir un puente entre toda esa vehemencia y esa pasión y una cierta racionalidad", afirmó.
"Y para eso tuve que hacer algo durísimo, porque también era mi ídolo, que fue sacar a Diego Maradona de Boca, y ahí se construyó. Y me parece que el peronismo está en el mismo desafío: lograr separarse de Cristina Fernández. La comparo en la irracionalidad, no en el talento. Necesitamos un peronismo racional", insistió.
DESTRUCCIÓN DE LA "CREDIBILIDAD"
Para Macri, en cuyo mandato se desató una recesión que aún continúa, agravada ahora por los efectos de la pandemia del coronavirus, el "gran problema" que tiene el actual Ejecutivo es "la destrucción de la credibilidad".
El anterior mandatario se remontó al "desastre" del 12 de agosto de 2019, en referencia a las fuertes turbulencias en los mercados bursátiles y cambiarios registradas después de que los Fernández vencieron en las primarias previas a las generales. "Fue el miedo que generó la vuelta del kirchnerismo al poder", acotó.
"Pero eso era un prejuicio. Todos teníamos la esperanza de que el kirchnerismo iba a demostrar un aprendizaje e iba a hacer algo distinto", consideró.
"Pero cuando empezó de vuelta a atropellar las instituciones, la Justicia, los organismos de control, cuando empezó a aumentar impuestos, a suspender la ley de Economía del Conocimiento, a atropellar la propiedad privada (…) eso destruyó la credibilidad", subrayó.
Macri consideró que "sin un presidente que defienda la Constitución, no hay futuro".
"Uno puede cometer errores, como cometió mi Gobierno en lo económico, pero todos los días consolidábamos un poco más las instituciones", sentenció.
LOS ERRORES DE SU GOBIERNO
El exmandatario reconoció que en este año ha pensado mucho sobre qué es lo que le ocurrió a su Gobierno.
Relató que se equivocó al no haber reconocido públicamente, al llegar al poder, que recibió de Cristina Fernández (2007-2015) un Estado "quebrado": "Tuve el dilema de si decirles esa realidad crudamente a los argentinos o apostar a ese brote de esperanza y entusiasmo que había nacido como para empezar a reconstruir. Y opté por lo segundo. Creo que me equivoqué".
"Después se sucedieron los esfuerzos, que fueron agotando a la ciudadanía, y sé el esfuerzo enorme que hizo especialmente la clase media. Sentir que el esfuerzo no terminaba nunca y no tenía que ver con la expectativa que yo les había generado", enfatizó.
EL COMIENZO DE LA CRISIS
El político conservador también reconoció que en diciembre de 2017, dos meses después de ganar su coalición las elecciones parlamentarias, el Gobierno se "quebró" tras los fuertes disturbios que se produjeron ante el Parlamento cuando el oficialismo buscaba aprobar una reforma del sistema previsional.
"Todos entramos en una actitud defensiva. Empezamos a tener todo tipo de problemas, leyes (propuestas por el peronismo, que tenía mayoría) que teníamos que vetar porque eran todas contraproducentes para el país", sentenció.
A esto se suma, continuó, la "hostilidad creciente", la sequía que afectó al campo y el problema que generó -en referencia a la fuga de capitales- el conflicto entre China y Estados Unidos.
"El modo defensivo me llevó a perder la capacidad de escuchar", reconoció, y asumió que nunca debió haber delegado en su equipo la negociación política: "Nunca llegamos a los acuerdos que necesitábamos para transformar Argentina".
EL PROBLEMA DE LA DEUDA
Acerca del alto endeudamiento, que Alberto Fernández le achaca, Macri dijo que son "mentiras", ya que "dos de cada tres dólares" que su Gobierno tomó de deuda "fueron para pagar deudas" que dejó el kirchnerismo, y el otro para financiar el déficit.
Sobre la gestión de la pandemia, consideró muy dañina la cuarentena que rige desde marzo, y acusó al Gobierno de infundir una actitud "de miedo mezclado por autoritarismo".
Reconoció que él hubiera ido por la línea de Luis Lacalle Pou en Uruguay, la de "ser respetuoso en la libertad de la gente".
En cuanto a las acusaciones a su Gobierno por haber presuntamente espiado a políticos, periodistas o sindicalistas, dijo que "nunca existió una orden" de ese tipo y agregó que la vicepresidenta -que está procesada en varias causas por corrupción y siempre se declaró una perseguida judicial por el macrismo- es la que lo persigue a él en los tribunales.
Por último, sobre si piensa en presentarse el próximo año en las elecciones parlamentarias, contestó: "No me veo, hoy me siento cómodo en esto de acompañar a los que tienen vocación de liderar".