El ministro alemán de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, evaluará ayuda financiera adicional para la lucha contra la epidemia de ébola en el Congo, según manifestó hoy en Bukavu, en el este de la nación centroafricana.
"No podemos seguir mirando de brazos cruzados la propagación del virus", declaró en la capital de la provincia de Kivu del Sur. La peligrosa peste está fuera de control hace 13 meses. Ya enfermaron más de 3.000 personas y más de 2.000 murieron.
Este es el peor brote desde la devastadora epidemia en África Occidental en 2014/2015, que se cobró más de 11.000 vidas. El combate a la enfermedad es difícil, porque la situación de seguridad en el este del Congo es precaria.
Grupos rebeldes armados aterrorizan desde hace años a la población civil, mientras que los cooperantes sanitarios contra el ébola son atacados una y otra vez.
"Pese a los grandes esfuerzos realizados, los avances aún no son los esperados", admitió Maas.
El titular de la diplomacia germana tiene previsto hablar con el coordinador especial de las Naciones Unidas de respuesta frente al ébola, David Gressly, y con el presidente congoleño, Félix Tshisekedi, sobre la posibilidad de brindar más ayuda.
Alemania ya hizo fluir 4,4 millones de euros (unos 4,85 millones de dólares) en concepto de ayuda de emergencia para el Congo.
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Adicionalmente, Alemania pone a disposición millones de euros en fondos para la Organización Mundial de la Salud (OMS), las Naciones Unidas (ONU) y el Banco Mundial, que en parte son usados para combatir el ébola.
Asimismo, el Instituto Robert Koch germano participa en la lucha contra la enfermedad con especialistas y equipamiento técnico.
Al igual que a todos los visitantes al Congo, a Maas -en su segunda parada de una gira africana- se le midió la temperatura corporal tras su arribo a Goma, la capital de la provincia Kivu del Norte, en el atardecer del martes.
Una temperatura elevada es uno de los primeros indicadores de una potencial infección con ébola.
El martes Maas visitó la volátil nación de Sudán, donde prometió cinco millones de euros adicionales en ayuda humanitaria para respaldar la transición hacia la democracia.
Esta promesa se suma a 10 millones de euros en concepto de ayuda humanitaria que Alemania ya desembolsó durante este año.