El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva reiteró durante el primer día del congreso nacional del Partido de los Trabajadores (PT), que se celebra en Sao Paulo, su posición contraria a las reelecciones, como siempre defendió, para evitar que nazca la "idea" de un "pequeño dictador".
"En mi cabeza, cada vez que un dirigente político comienza a creerse imprescindible o insustituible comienza a nacer dentro de él la idea de un pequeño dictador, y yo no lo puedo aceptar", declaró Lula en su pronunciamiento antes de la medianoche del viernes y que se extendió hasta las primeras horas de este sábado.
Lula no citó nombres ni países, pero volvió a levantar la bandera histórica del PT de la necesidad de una alternancia en el poder, como él mismo lideró cuando en 2010, en el final de su segundo mandato y pese a su popularidad, lanzó la candidatura de Dilma Rousseff, la primera mujer presidenta y que fue depuesta en 2016.
"Si existe un partido identificado con la democracia con Brasil es el PT. El PT nació luchando por la libertad durante la dictadura (1964-1985). Tuvimos gente perseguida y presa y no fue ahora la primera vez que estuve preso, fui preso en 1979 y 1980″, aseveró Lula.
En su prolongado discurso, Lula evocó: "Desde hace cuarenta años, el PT disputó pacífica y legítimamente las elecciones de este país, cuando perdimos aceptamos los resultados haciendo oposición, como lo determinaban las urnas, y cuando vencimos gobernamos con diálogo social, participación popular y respeto a las instituciones".
Lula recordó así que "otros partidos que hablan tanto de democracia cambiaron la regla de la reelección en beneficio propio", como ocurrió en 1998, cuando el entonces presidente Fernando Henrique Cardoso promovió la posibilidad de un segundo mandato continuo, como ocurrió, y frente a lo cual el PT se opuso.
"Nosotros rechazamos esa idea, mismo que tuviésemos la aprobación que un Gobierno jamás tuvo, porque siempre entendemos que no se puede jugar con la democracia", enfatizó Lula en referencia a la popularidad récord del 87 % cuando dejó el poder en 2010.
El PT inició este viernes en Sao Paulo su congreso nacional alentado por el retorno a la vida política del expresidente, tras pasar un año y siete meses en prisión por acusaciones de corrupción, y con el objetivo de trazar la oposición al Gobierno ultraderechista de Jair Bolsonaro.
El exlíder sindical defendió la "polarización" contra Bolsonaro, por ser el PT "todo lo opuesto" al actual gobernante que, a su juicio, "está destruyendo" todo lo que su formación y los partidos de izquierdas "construyeron".