El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva afirmó este jueves que espera que el nuevo mandatario de Estados Unidos, el demócrata Joe Biden, trate de forma más civilizada a Latinoamérica que su antecesor, el republicano Donald Trump.
El líder socialista, pese a alegar que Estados Unidos siempre relegó a América Latina a un segundo plano, dijo que espera que el nuevo mandatario estadounidense cambie la política con respecto a la región y, entre otras cosas, ponga fin a los bloqueos a Cuba y a Venezuela.
"Sobre Biden tengo la expectativa de que actúe por lo menos de forma mas civilizada con Latinoamérica. A los estadounidenses nunca les gustó América Latina y siempre le dieron poca atención", afirmó el dirigente del Partido de los Trabajadores (PT), la formación que gobernó Brasil entre 2003 y 2016, en una extensa entrevista que concedió este jueves al portal de noticias UOL.
"Creo que es necesario que ellos acaben con esa payasada del bloqueo a Cuba, que acaben con esa payasada del bloqueo a Venezuela, y que permitan que cada país viva tranquilamente su democracia de la forma que el pueblo la comprende", agregó.
Lula dijo irónicamente que un país que fue gobernado por Trump no tiene derecho a dudar de la validez de la democracia en Venezuela.
"No es posible que un político que actuaba como un troglodita como Trump pueda creer que Venezuela no es democrática", afirmó.
"La política externa es algo sagrado, es una relación de respeto, una relación civilizada. Y espero que Biden actúe así frente a Latinoamérica; que sea más flexible; que permita que los cubanos sean libres definitivamente y que los venezolanos puedan decidir su futuro sin la intervención de los estadounidenses", agregó.
Sobre las discrepancias entre Biden y el Gobierno brasileño por asuntos ambientales, Lula, sin ninguna referencia al actual presidente de Brasil, el líder ultraderechista Jair Bolsonaro, aseguró que el problema es que los Estados Unidos rechazan cualquier tipo de protagonismo del gigante latinoamericano.
"Los estadounidenses no soportan la idea de que Brasil sea protagonista. En mi gobierno (2003-2010), Brasil tenía cierto liderazgo y era muy respetado en América Latina, en África y hasta en la Unión Europea. Brasil ayudó a construir a los BRICS (el foro que reúne a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica); y los estadounidenses nunca van aceptar que Brasil sea protagonista", dijo.
"Por eso prefieren un gobierno sumiso, que les lama las botas. Pero si el PT vuelve al Gobierno, Brasil tendrá una política externa soberana y altiva, que le dará prioridad a la relación Sur-Sur sin faltarle al respeto a los hermanos ricos del norte. Brasil ya mostró que eso es posible", aseguró.
El líder socialista criticó la actual política externa de Brasil y especialmente a su titular, Ernesto Araujo, un canciller que ha dicho que no le importa que el país sea considerado un paria internacional por sus cuestionadas posiciones internacionales.
"Primero que todo no tenemos política externa brasileña. Nunca en mi vida imaginé que Brasil pudiese vivir la degradación internacional que vive. Brasil no tiene un ministro de Relaciones Exteriores sino un energúmeno ocupando un cargo que ya lo ejerció gente muy importante. Brasil nunca estuvo tan por debajo en política exterior", dijo.