Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil entre 2003 y 2010, votó este domingo para las elecciones locales del país y aseveró que su partido, el de los Trabajadores (PT), "saldrá fortalecido", contradiciendo a las previsiones de los institutos de sondeo.
"Es una elección histórica del PT, porque creo que saldrá muy fortalecido en estas elecciones, contra los agoreros que apuestan por la desaparición del PT", dijo ante la prensa Lula, quien aseveró que su formación pudo hacer campaña localmente para demostrar también "el desastre" que está siendo el Gobierno federal del ultraderechista Jair Bolsonaro.
"El PT ha podido hacer críticas a este desgobierno, que es el de Bolsonaro, que posiblemente es el mayor desastre político de la historia de este país. Solo los fanáticos, sus milicianos, pueden pensar que Bolsonaro hace algo útil para este país", agregó.
E internacionalmente "ya nadie cree en este país, éramos protagonistas y ahora Brasil fue llevado a la nadería", lamentó el político de izquierdas, quien abogó por una candidatura que una al campo progresista para las presidenciales de 2022.
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Lula, uno de los personajes públicos más conocidos de Brasil que suscita casi tantas reprobaciones como elogios, ejerció su derecho a voto en el colegio Joao Firmino Correia de Araújo de Sao Bernardo do Campo, ciudad industrial de las afueras de Sao Paulo, a primera hora de la mañana, antes de las 8 horas locales.
El antiguo operario mecánico estaba ataviado de una mascarilla roja con una estrella estampada, que es el emblema del Partido de los Trabajadores, y llevaba un adhesivo en su camiseta en apoyo del candidato a alcalde del PT para Sao Bernardo do Campo.
El exmandatario, de 75 años, integra el grupo de riesgo de la COVID-19, por lo que atendió las recomendaciones de las autoridades de acudir a las urnas entre las 7 y las 10 horas locales.
Lula ha estado prácticamente recluido desde que estalló en marzo la pandemia en Brasil, donde el virus ha segado más de 165.000 vidas e infectado a casi 6 millones de brasileños, y esta ha sido su gran reaparición pública de los últimos ocho meses.
El histórico dirigente de izquierdas, que pasó entre 2018 y 2019 un año y 7 meses en prisión por corrupción, fue recibido por militantes en la entrada del colegio electoral.
Según los sondeos, el PT de Lula se quedará fuera del gobierno de las grandes ciudades de Brasil, entre ellas Sao Paulo, Rio de Janeiro y Belo Horizonte.