Los Tigres del Licey regresaron ayer sábado triunfantes a su país tras conquistar la víspera la edición 65 de la Serie del Caribe que se celebró con ocho equipos en Venezuela.
El avión que trajo a los campeones caribeños llegó con un retraso de algo más de dos horas, aunque esto no importó que decenas se alinearan en la zona de salida de pasajeros del Aeropuerto Internacional de Las Américas, ubicado a unos 25 kilómetros al este de la capital.
"Soy dominicano, siempre estoy dispuesto a representar a mi país, lo que soy como jugador se lo debo a mi país", expresó sonriente el segunda base Robinson Canó, uno de los más importantes jugadores dominicanos de los últimos 20 años en las Grandes Ligas.
Canó, de hecho, fue el Jugador Más Valioso del Clásico Mundial de Béisbol que República Dominicana ganó invicto en 2013. El intermedista también forma parte de la plantilla caribeña que disputará la quinta versión de ese evento en marzo próximo.
"Cada Serie del Caribe tiene su encanto especial, lo hicimos (ganar) ante más de 40.000 aficionados en Caracas y eso me hace sentir muy contento de formar parte de este equipo campeón", agregó Canó, quien aportó liderazgo y experiencia a los Tigres en la serie.
Los jugadores fueron recibidos a ritmo de merengue, bailarines y silbatos ensordecedores que ambientaron un escenario festivo que gustó a los peloteros.
Los Tigres ganaron su Serie del Caribe número 11, líderes como equipo, y dieron a República Dominicana su corona 22, el país con más coronas en el evento, también llamado la "Pequeña Serie Mundial".
El equipo representativo dominicano se impuso 0-3 a los locales Leones de Caracas en el partido por el título, tras derrotar en semifinales a los Yaquis de Ciudad Obregón mexicanos.
El lanzador dominicano César Valdez fue elegido el Jugador Más Valioso de la final, tras derrotar a los Leones de Caracas en la ronda regular y también en el partido por la corona.
El capataz José Offerman guió al equipo a conquistar el título caribeño.