Los reyes Felipe y Letizia llegaron a Roma para acudir este sábado al funeral de Estado del Papa Francisco, quien falleció el 21 de abril, a los 88 años. A su llegada, se dirigieron directamente a la embajada de España en la capital italiana, donde recibieron una cálida acogida de un grupo de ciudadanos, mayoritariamente españoles, que ellos respondieron con saludos y gran cercanía.
Después de pasar la noche en Roma y antes de la solemne misa exequial por el Santo Padre, la Casa Real ha informado que los Reyes y la delegación española que les acompaña, han acudido a la Basílica de San Pedro para dar su último adiós ante el féretro de un Pontífice que cambió la historia de la Iglesia. Posteriormente, han ocupado su lugar en la plaza vaticana, donde también estaban las vicepresidentas María Jesús Montero y Yolanda Díaz; el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo. Antes, don Felipe y doña Letizia han posado en la embajada de España en la Santa Sede, junto a la delegación de nuestro país.
De luto y con mantilla
En la ceremonia fúnebre, las delegaciones se han situado por orden alfabético en francés, lo que ha hecho que España estuviera entre Ecuador y Estonia. Detrás de los Reyes se han dispuesto dos sitios para cada país, que han sido para las vicepresidentas. El ministro Bolaños y Núñez Feijóo se colocaron juntos unas filas más atrás.
El protocolo galo ha hecho que los Reyes se siente en la misma fila que el matrimonio Trump. Tanto don Felipe como doña Letizia han saludado al presidente estadounidense con un apretón de manos. Para este acto solemne, la reina Letizia ha llevado mantilla negra y un broche cargado de historia, siguiendo así el código de vestimenta que recomienda cubrir la cabeza y llevar ropa discreta. Este broche es una de las joyas de pasar, las que dejó en herencia a las reinas de España Victoria Eugenia, esposa de Alfonso XIII. Se trata de una pieza circular con una gran perla central rodeada por dos halos de diamantes de lis que cuelga una perla en talla pera. Al ser un servicio religioso al aire libre y debido al sol, los Reyes se han puesto gafas de sol.
