Los jóvenes que están expuestos a publicidad sobre bebidas alcohólicas son más propensos a consumirlas y a convertirse en bebedores habituales, reveló este viernes un estudio de la Universidad de Stirling (Escocia) publicado en la revista científica BMJ Open.
La investigación, centrada en una muestra de casi 3.400 personas de 11 a 19 años residentes en Escocia e Inglaterra, mostró que casi uno de cada cinco jóvenes (17 %), consume productos alcohólicos de marca, lo que los expertos relacionaron también con un aumento de los hábitos de consumo poco saludables.
Tres cuartos de los jóvenes consultados (76 %) eran menores de 18 años, por lo que no estaban legalmente autorizados a comprar alcohol, pero alrededor de la mitad (48 %) era bebedor habitual y el 44 % de ellos se consideraba consumidor de alto riesgo.
Según el estudio, financiado por la organización de lucha contra el cáncer Cancer Research UK, aquellos que recordaban haber visto más de 54 anuncios o informaciones relacionadas con la venta de alcohol en el último mes, bebían más y también eran de media más propensos a tener hábitos poco saludables.
Entre los jóvenes que nunca habían ingerido alcohol, los que tenían en casa bebidas alcohólicas tenían el doble de probabilidades de empezar a consumirlo.
Los expertos alertaron de que las conclusiones del estudio respaldan las medidas que defienden asociaciones como Alcohol Focus Scotland y que van en la línea de reducir no solo la publicidad de bebidas alcohólicas en televisión y redes sociales, sino también aumentar la regulación del patrocinio que hacen estas compañías.
Nathan Critchlow, experto en Mercadotecnia de la Universidad de Stirling y principal autor del estudio, dijo que si bien el consumo de alcohol está influenciado por varios factores, se ha demostrado "la asociación entre la publicidad y el aumento del consumo y también el mayor riesgo de convertirse en bebedor habitual".
Esta relación, añadió, se mantuvo "incluso después de controlar una serie de factores demográficos y de distorsión como pueden ser que los padres o los amigos beban".
Es por ello que el experto alertó de que se necesita "un mayor escrutinio" sobre la autorregulación se este tipo de publicidad en el Reino Unido, de forma que se pueda "reducir la exposición de los jóvenes a la mercadotecnia" de este tipo de bebidas.
En mayo de 2018, Escocia fue pionera a nivel global al introducir un precio mínimo por la compra de cualquier bebida alcohólica, una medida que persigue desincentivar el alto consumo de alcohol en la región, que causa miles de muertes al año y eleva la criminalidad.