Foto: EFE/ Shawn Thew
Los inmigrantes en Estados Unidos aportaron 405.000 millones de dólares en impuestos en 2017 y tuvieron una capacidad de gasto de 1,1 billones de dólares, según un estudio elaborado por la organización New American Impact.
De acuerdo con los datos de la organización, con sede en Nueva York, los hogares de ciudadanos de otros países en EE.UU. ingresaron 1,5 billones de dólares, de los cuales casi un tercio se destinó a impuestos federales, estatales y locales.
Según la Encuesta de Comunidades Americanas realizada por la organización, cerca de 3,2 millones de inmigrantes poseen sus propios negocios en todo Estados Unidos, lo que representa el 20 % total de los emprendedores del país.
Además, estos emplearon a ocho millones de americanos en sus negocios y generaron 1,3 billones de dólares en ventas.
Por otro lado, la organización constata que las comunidades inmigrantes aportaron el 28 % del crecimiento poblacional en los Estados Unidos entre 2016 y 017.
En esos mismos años, el número de inmigrantes propietarios de un hogar aumentó un 4,6 %, de 9,1 millones a 9,5 millones de personas.
"Estos datos muestran el papel central que los inmigrantes desempeñan en cada estado de la unión como trabajadores, consumidores, emprendedores y propietarios", aseguró el presidente de la organización, John Feinblatt.
Por estados, el informe constata que California es el estado líder en población inmigrante, ya que representa el 26,9 % del total con 10.620.982 foráneos.
Estos pagaron 105.100 millones de dólares en 2017 y tuvieron una capacidad de compra de 282.800 millones de dólares.
Nueva York y Nueva Jersey le siguen como estados con mayor porcentaje de población inmigrante (ambas con el 22,8 %).
Nueva York da hogar a 4.525.241 extranjeros, que pagaron 51.600 millones de dólares en tributos y tuvieron 117.800 millones en capacidad de compra.
En Nueva Jersey, la cifra total fue de 2.048.953 personas, que devengaron 24.820 millones de dólares y disfrutaron de 60.900 millones para consumir.
El estudio, además, hace hincapié en los llamados "soñadores" ("dreamers"), que cifra en 1,3 millones en 2017.
Los "dreamers" son los beneficiarios del Programa de Acción Diferida (DACA), instaurado en 2012 por el entonces presidente Barack Obama, para regularizar la presencia de alrededor de 800.000 jóvenes que habían entrado irregularmente al país siendo niños y que Donald Trump ordenó finalizar con su llegada a la Casa Blanca.
Estos jóvenes ganaron ese año 23.400 millones de dólares, de los cuales pagaron 4.000 millones en impuestos.
Con respecto a las personas con un Estatuto de Protección Temporal, en 2017 se contabilizaron 318.000 inmigrantes, que ganaron 7.300 millones de dólares, de los cuales destinaron 1.500 a tributos.
