Los hijos: ¿nacen o se convierten en manipuladores? Este tema fue tratado la noche del miércoles por tres profesionales de la Psicología que coinciden en que los niños se van convirtiendo en manipuladores cuando los padres son excesivamente permisivos con estos, les celebran o permiten malcriadezas y les satisfacen todas sus peticiones, sin exigir cambios en sus conductas.
El doctor en Psicología César Zapata y las psicólogas clínicas Alexandra García y Evelin García coinciden en que “los hijos no nacen manipuladores”, al participar en el programa Entre Adultos, conducido por el también psicólogo clínica Eladio Hernández por la Z101.3 FM.
El doctor Zapata hace referencia en que el tema se ha definido, según un estudio, como un síndrome que manifiesta un conjunto de indicadores de determinadas conductas inadecuadas, al cual se le ha llamado “síndrome del emperador”.
Explica que el niño o el adolescente manipulador se considera que es el “centro del universo”, quien considera que todos deben actuar según sus deseos.
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Sostiene que los estudios han determinado que esos niños o adolescente no proceden necesariamente de padres con problemas o de familias desarticuladas.
De manera que unos que estén cumpliendo, aparentemente, con sus deberes con sus hijos, puede ocurrir que uno de estos manifieste rasgos de manipulación.
Añade que también podría aparecer alguno que lo exprese con una aparente sociopatía de la personalidad, que es un trastorno de la personalidad que irá agudizándose con los años.
Para Alexandra García un hijo manipulador es aquel que “ha aprendido a conseguir lo que él quiere de una manera no adecuada”.
Es decir -explica- que logra conseguir lo que desean no pidiéndolo de una manera directa, pero sí de una manera en que le puedan favorecer, sea mediante la estrategia psicológica del “allante” a papá o a mamá o logrando echar a un lado a un hermano para lograr su objetivo.
De su lado, Evelin Bueno considera que “los hijos manipuladores no nacen manipuladores. Ellos aprenden. Lo aprenden de papá, de mamá, con papá, con mamá; de abuelos y con los adultos que los están criando”.
Subraya que estos van aprendiendo cómo obtener las cosas y lo hacen cuando papá o mamá no les ofrecen tiempo de calidad, entonces para compensar esa falta los compensan con todo cuanto piden o exigen, por su sentimiento de culpa.
Sostiene que para evitar esos comportamientos los padres deben poner límites a los hijos, de manera que se ganen lo que piden o exigen en base a resultados o rendimientos en el hogar, la escuela o grupos en los cuales participan.
García y Bueno coinciden en que el hijo manipulador no acepta frustraciones, perder, negativas, no saben manejar situaciones ni tampoco saben competir, ya que se consideran ser merecedores de todo.
Evelin ve como un error de los padres aplicar el concepto de que deben darle “todo cuanto no tuvieron en su niñez”, por estimar que “no le enseñan a valorar”.
En conclusión
Alexandra García recomienda, para evitar la manipulación, criar al niño “un poquito de frío, un poquito de calor y un poquito de hambre”.
Evelin Bueno recomienda que los padres hagan reconocer a los hijos el valor de las cosas, y no porque se tenga el dinero darle todo cuanto piden.
El doctor César Zapata recomienda: “Primero, una autoridad para los niños en formación; luego, un sabio para cuando comienzan las preguntas; y luego, un amigo en la adolescencia”.
https://www.youtube.com/watch?v=PRgGMhRk0SA&feature=youtu.be