Por: Alba Santandreu
La energía eólica ha irrumpido con fuerza en Brasil en los últimos años y ha escalado hasta el octavo puesto del ránking mundial, con una capacidad instalada que se ha multiplicado por quince en la última década.
El gigante suramericano ha pasado de tener un 1 GW de capacidad instalada, en 2010, a 15,1 GW este año, distribuidos en 600 parques eólicos en 12 estados de Brasil, según los últimos datos de la Asociación Brasileña de Energía Eólica (ABEEólica).
La energía eólica ha ganado terreno y actualmente representa el 9,2 % de la matriz eléctrica nacional, por detrás solo de las hidroeléctricas, con el 60,3 %.
A pesar de su sólido avance, esta fuente de energía renovable todavía tiene una amplia ventana de crecimiento en el país, según los especialistas, y se espera que en 2023 haya cerca de 19,4 GW de capacidad eólica instalada, teniendo en cuenta las subastas ya realizadas y los contratos firmados en el mercado libre.
"Tenemos una perspectiva de crecimiento muy grande. Vemos que la eólica y la solar son las fuentes que más van a crecer en Brasil en los próximos treinta años", explicó a Efe la presidenta de ABEEólica, Elbia Silva Gannoum.
A pesar de los logros conquistados en los últimos años, gracias a la mejora de la tecnología, la competitividad y las buenas perspectivas de cara al futuro, Silva subrayó que la debilitada situación de la economía de Brasil ha frenado el despegue total del sector al reducir la contratación de energía en las subastas reguladas.
Brasil entró en una profunda recesión entre 2015 y 2016, cuando su producto interior bruto (PIB) perdió alrededor de siete puntos porcentuales, y entre 2017 y 2018 la economía tan solo creció un 2 %.
Las previsiones para este año continúan débiles y, según las proyecciones del mercado financiero, el PIB del gigante suramericano subirá un tímido 0,8 % en 2019.
"La economía está dificultando, cuando haya un crecimiento económico vamos a ver un crecimiento mayor del sector. Aun así, tenemos un mercado en la media creciendo bastante y con una perspectiva futura muy buena", agregó la presidenta de ABEEólica.
La región noreste concentra la mayor parte de los parques eólicos de Brasil, un país con unas condiciones climáticas favorables, regadas por un viento regular e intenso, y donde han proliferado los aerogeneradores.
En el municipio de Rio do Fogo, en el estado de Rio Grande do Norte, se encuentra la primera instalación de Iberdrola en el desarrollo de las energías renovables en ese país, inaugurada en 2006, y que representa el punto de partida de un emprendimiento que se ha expandido con fuerza en la última década.
Iberdrola, presente en el país sudamericano a través de su filial Neoenergia, cuenta con 17 parques eólicos en funcionamiento, distribuidos en los estados de Rio Grande do Norte, Paraíba y Bahía (nordeste), con una potencia instalada de 516 megavatios (MW), y tiene otros 15 en construcción.
Con la conclusión de la implantación de todos los proyectos, la cartera de activos en operación de Iberdrola en energía eólica totalizará alrededor de 1 GW en 2022.
El crecimiento de los proyectos eólicos de Iberdrola en Brasil ha acompañado al del propio sector en el país, donde ya existe una cadena productiva nacional, con seis fabricantes de turbinas en suelo brasileño.
"Esas fuentes sufrieron cambios tecnológicos que hacen que su productividad aumente y pueden competir con la fuente más barata que es la hidroeléctrica, cuyos recursos se están agotando", precisó Silva.