Alemania sufrió el año pasado unos 86.000 ciberataques que causaron daños por un valor agregado de 71,4 millones de euros, un 40 % más que en el año previo, informó ayer jueves la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA).
"Alemania sigue siendo un objetivo destacado de los hacker", aseguró el vicepresidente de la BKA, Peter Henzler, en la rueda de prensa de presentación del informe anual sobre la situación del cibercrimen en Alemania.
Henzler destacó que los ataques cibernéticos son cada vez más complejos y elaborados, y sus objetivos cada vez más variados, pues afectan de empresas e "infraestructuras críticas" a móviles personales y a los denominados electrodomésticos "inteligentes".
El vicepresidente de la BKA afirmó que la investigación de estos ataques tiene en su departamento una "alta prioridad", aunque según la estadística policial, tan sólo un 40,3 % de los ciberdelitos se resolvió en 2017, un avance de 1,6 puntos porcentuales con respecto al ejercicio anterior.
Parte de la complejidad a la hora de establecer la autoría de los ciberataques deriva de su naturaleza transnacional, del anonimato que permite internet y de las complejas herramientas empleadas para llevar a cabo estos delitos, como las redes de 'bots' con ordenadores infectados.
La BKA destaca en su informe la importancia de la prevención y recomendó la instalación y actualización de los programas de seguridad, también en teléfonos móviles los electrodomésticos inteligentes.