Una gran expectativa se he creado alrededor de los cambios que supuestamente hará el presidente el próximo 16 de mayo. O antes. Solo el mandatario quienes sustituirá. Una potestad exclusivamente del presidente. Nadie más la tiene. Hasta el momento se trata de especulaciones y rumores. Cada quien tiene su preferido. La gente ha cambiado el gabinete, premiando algunos funcionarios y condenando a otros. Hasta yo, que no tengo hacha en contra de nadie, tengo mis favoritos para ir de un lago a otro y para cambiar a determinados funcionarios. Pero esa no es mi prerrogativa. No puedo quitar ni poner a nadie.
Hay quienes dicen que el propio presidente es quien ha lanzado la bola para ver qué piensa la gente, a quienes quiere los dominicanos que sustituyan o cambien. No lo sé. Lo que sí sé es que el presidente hará cambios. Y los hará rápido. No creo que deba esperar el 16 de agosto. Hay gente que no ha dado pie con bola, que ha fracasado en su gestión. El gobierno necesita gerentes. Muchos gerentes. Gente que sepa como funcionar el Estado, que sepa manejarse, con honestidad y transparencia sin dejar de ser un buen gerente.
Una cosa parece ser cierta, una buena parte de los funcionarios no está conforme con las posiciones donde fueron ubicados. Creen que deben ir a otros lugares donde pueden cumplir con los compromisos que les hicieron a las bases del partido.
Hay gran expectativa con relación a los militares; quienes se van, quienes se quedan. Solo al presidente lo sabe. La ley orgánica de las fuerzas armadas y la policía nacional está sujeta a la decisión del presidente en su condición de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional. Él, solo él, sabe quienes se quedan y quienes se van. ¡Nadie más!
No crean que es fácil. El presidente tiene que valorar muy bien a quienes deja en sus puestos, a quienes ratifica, como el gobernador del Banco Central, que debe ser sustituido o ratificado en el cargo. No es el único caso. Hay otros que deben ser ratificados o sustituidos.
El presidente tiene que mover muy bien sus fichas, pues es un año definitorio dada la cercanía de la campaña electoral. Tengo entendido que el mandatario ha realizado una evaluación por desempeñe del gabinete. Unos están bien valorados, otros no. En esta etapa del proceso no se pueden cometer errores. Las fichas hay que saberlas mover.
Creo que en sentido general el gobierno va bien. No obstante, como digo una cosa digo la otra, el gobierno va bien, pero debe ser remozado en varias áreas. No quiero, no es mi estilo, decir este o aquel está bien o mal. Es decisión del presidente. El sabrá. El tablero está en sus manos. Espero que sepa lo que hace. Si le recomiendo que no olvide las bases del partido. Ellas son las garantías del éxito en la contienda venidera.
Perdonen que insista, pero el partido es el brazo armado del partido. Y un presidente, sin un partido, disciplinado, bien organizado y bien posicionado en el gobierno, no llega lejos. Partido y gobierno van de la mano, sobre todo en una campaña electoral como la que se avecina, que promete ser dura y sin cuarte.