Por: Rodrigo Corona
El encuentro The Game Summit que transcurre este viernes y sábado en México pretende impulsar la industria del videojuego en América Latina, afirmó a Efe la presidenta de la Asociación Española de Empresas Productoras y Desarrolladoras de Videojuegos (DEV), Valeria Castro.
“Lo importante es unirse y compartir experiencias para aprender de los demás", dijo Castro en entrevista con Efe en la que refirió como ejemplo el desarrollo alcanzado por los países nórdicos después de un atraso tecnológico respecto al resto del mundo.
"Cuando se dieron cuenta de que necesitaban invertir en la industria tecnológica porque había futuro dedicaron años a recorrer el mundo buscando personas que ya tuvieran experiencia en el sector, que estuviesen aprendiendo y analizaron todo lo que les podría haber sido útil”, comentó la primera mujer en encabezar DEV.
The Game Summit tiene como propósito ser un enlace entre los creadores de videojuegos de la región hispanohablante, quienes compartirán sus experiencias y establecerán alianzas en este mercado que generó 5.000 millones de dólares en 2018.
Raúl Rubio, quien lidera a la desarrollada ibérica Tequila Works, comentó a Efe que, si no hay unión en la región, no se puede avanzar.
“No competimos entre nosotros, sino contra el mundo con potencias como Estados Unidos y Japón, demás países que hasta hace poco no parecían importantes como Noruega, y Polonia. Sólo viendo hacia arriba y apoyándonos vamos a mejorar, no luchando entre nosotros”, dijo Rubio, egresado de la Universidad del País Vasco.
En 2004, los países nórdicos crearon la Nordic Game Conference, en donde cada año desarrolladores de esa región se reúnen para platicar del avance de los videojuegos en sus naciones. Países como Noruega decidió apostar por las nuevas tecnologías porque vieron una decadencia en el petróleo.
“Noruega es un país muy rico gracias al petróleo, pero hace casi una década, iniciaron un plan de renovación inspirado en nuevas tecnologías porque eran conscientes que el petróleo se acababa y querían seguir generando riqueza así que decidieron aprovechar el poder que tenían para poder crear videojuegos”, aseveró el director de Tequila Works.
De acuerdo con Rubio, el apoyo de la administración pública no sólo fue económico, ya que las relaciones internacionales clave y ayuda en la cuestión de registrar las marcas, por lo cual no siempre se trata de dar dinero.
MÉXICO Y ESPAÑA, EN LA MISMA LÍNEA CON LOS VIDEOJUEGOS
Castro dice ver similitud en la industria del videojuego de España y México ya que son de los principales mercados de consumidores a nivel mundial, los españoles son novenos y los mexicanos, duodécimos, pero la principal diferencia es que los mexicanos no cuentan con una asociación de empresarios que defiendan sus intereses.
“Cuando se montó la asociación una de las primeras cosas por las que se peleó fue por hacer un libro blanco del desarrollo que recopila información del estado actual de la industria en España. Aquí en México todavía no se tiene, preguntamos cuántos estudios de desarrolladores hay en México y no hay una cifra aproximada”, agregó Castro.
Castro, también CEO de Platonic Games, consideró que antes de proponer soluciones al problema, en México debería de hacerse un análisis para saber el estado actual de la industria y con ello saber las necesidades específicas.
Rubio piensa que España está más avanzado en el tema de educación con universidades como la DigiPen, que tiene su sede en Estados Unidos, pero abrió una sucursal en Bilbao, además del apoyo que da la administración pública al desarrollo de la industria, pero en lo que falta mejorar es en el combate a la piratería.
También comentó que hace falta que haya inversionistas que no sólo financien hardwares, sino que se animen a pagar por softwares.
“Lo que tiene que pasar en México es que hubiera una asociación de empresarios y que el gobierno entendiera la riqueza que esta industria puede traer al país. El segundo paso sería conectarse con mercados brasileños y europeos para hacer una sinergia de trabajo para aprender unos de otros”, explicó Rubio.
La presidente de DEV dijo que la región hispanohablante está en el momento de decidir si quiere ser exportador de videojuegos o sólo un consumidor más y que el valor que le puede dejar a un país la industria del videojuego es dar a conocer al mundo sus culturas.
“Tenemos mucho que contar, somos cultura muy valiosas, muy originales y creativas. Tenemos historias maravillosas que se están perdiendo porque en cuanto a cine ya es difícil pelear con Hollywood, en música también, creo que el videojuego tiene potencial para dar a conocer la cultura y riqueza de los países”, dijo Castro.