Las redes 5G se han convertido esta semana en una de las protagonistas en el Congreso Mundial de Móviles de Barcelona (MWC), una tecnología que en el futuro permitirá mejorar la seguridad vial de los ciclistas gracias a la implementación del coche conectado.
En una ciudad como Barcelona, los viajes en bici aumentaron un 56% entre 2010 y 2016, un incremento que se tradujo en más accidentes (110%) en los que las bicicletas estuvieron implicadas, según el 'Barómetro RACC del Ciclista Urbano en Barcelona' presentado el pasado verano.
El aumento de ciclistas en grandes ciudades no ha pasado desapercibido por las grandes empresas de telecomunicaciones. Aprovechando la celebración del congreso, las calles de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona) acogieron esta semana una demostración de conducción asistida gracias a las redes 5G para presentar los avances del proyecto que están desarrollando Telefónica, SEAT, Mobile World Capital Barcelona, Ficosa ETRA. y la fundación i2CAT.
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Según los desarrolladores de este proyecto, tecnologías como la C-V2X en los automóviles permitirá que el coche se comunique con todos los elementos que lo rodean, ya sean semáforos, peatones, motocicletas y, también, ciclistas.
Precisamente, los primeros en probar este sistema en L’Hospitalet de Llobregat fueron ciclistas profesionales como Marc Soler y Mavi García, del Movistar Team, así como el que fuera campeón del Tour de Francia en 1988 Pedro Delgado.
Para detectar a los ciclistas, el prototipo requiere de una bicicleta equipada con un aparato preciso de geolocalización que permita enviar su ubicación a los automóviles que la rodean.
"La idea es que al conductor le aparezca en el panel de control del coche un aviso indicando la presencia de un ciclista. Ahora, si el conductor está despistado o tiene que girar a la derecha, donde está el carril bici, siempre está sufriendo por si viene una bici. Este sistema es infalible para indicar, sí o sí, la presencia de un ciclista aunque no lo vea", explica a Efe el profesor de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) Jordi Casademont, uno de los desarrolladores del proyecto.
El uso de un aparato de localización por parte del ciclista es imprescindible para que este sistema pueda ser una realidad cotidiana en el futuro.
"El GPS normal puede tener un error de precisión de dos o tres metros. Dos o tres metros puede representar que tú estés en el carril bici, pero el GPS te indica que estás o bien encima de la acera o en medio de la carretera", precisa Casademont.
Además, para que los coches se comuniquen con su entorno la latencia -el tiempo de transmisión- debe ser mínima. Así, la implementación de redes 5G es clave para que los distintos servicios que ya ofrece el coche conectado puedan ser útiles a medio plazo.
"Si hay un solo vehículo, las redes actuales pueden soportarlo, pero si estás en una zona en la que hay 100, 500 o 1.000 vehículos, el volumen de mensajes es tan alto que las redes actuales se saturarían porque no tienen suficiente capacidad. El 5G lo que nos permite es soportar un volumen elevado de mensajes gracias a su velocidad", añade Casademont.
En los últimos años, operadoras de telecomunicaciones, fabricantes de automóviles y de bicicletas, así como las grandes ciudades están invirtiendo en movilidad.
Según prevén los expertos, la movilidad inteligente es una tendencia al alza útil también para los ciclistas, que podrían ver como mejora su seguridad mientras pedalean en la ciudad.