La sonda india Chandrayaan-2, el ambicioso proyecto que prevé explorar el desconocido polo sur de la Luna, alcanzó este martes con éxito la órbita lunar, un mes después de su lanzamiento, y se espera que alunice el próximo 7 de septiembre.
La inserción en la órbita lunar se completó con éxito hoy a las 09.20 horas (3.50 GMT) tras una maniobra de 1.738 segundos de duración, informó la Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO).
Ahora, el Chandrayaan-2 realizará una serie de movimientos para su entrada en la órbita final pasando sobre los polos lunares a una distancia de aproximadamente 100 kilómetros de la superficie, detalló ISRO.
"El Chandrayaan-2 gira alrededor de la luna con una inclinación de 88 grados. A su debido tiempo, esta órbita se reducirá y en ese momento la inclinación alcanzará los 90 grados ", anunció a la prensa el jefe de la agencia espacial india, Kailasavadivoo Sivan.
El próximo 2 de septiembre está previsto que el módulo de alunizaje se separare del orbitador para entrar en una órbita de 100 km/30 km alrededor de la luna.
A esto seguirán las operaciones de frenado para completar un aterrizaje suave en el polo sur de la Luna.
"El módulo de aterrizaje alunizará el 7 de septiembre" poco antes de las 2.00 horas (las 20.30 GMT del viernes, 6 de septiembre), dijo Sivan.
Las condiciones de la nave espacial están siendo observadas continuamente desde el complejo del ISRO en la ciudad meridional de Bangalore y "todos los sistemas de Chandrayaan-2 están bien", aseguró.
Esta es la segunda misión de exploración lunar de la India después de que su versión anterior, el Chandrayaan-1, fuera puesto en la órbita lunar en noviembre de 2008.
Esta misión pretende explorar el polo sur de la superficie lunar y descubrir más sobre la composición mineral del satélite y la presencia de agua.
De tener éxito, el Chandrayaan-2 convertirá a la India en el cuarto país miembro del club de naciones que tocaron la Luna, una hazaña lograda anteriormente por Rusia, Estados Unidos y China, y el primero en posarse en el polo sur del satélite.
La nación asiática cuenta con uno de los programas espaciales más activos del mundo y comenzó a colocar satélites en la órbita terrestre en 1999.