La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) condenó la "reiterada embestida" de líderes políticos brasileños contra la prensa y recordó a las autoridades de este país que en una democracia las críticas y opiniones se debaten y no deben servir para justificar represalias.
"Siempre existirá tensión natural entre la prensa y el poder político, pero en una democracia las críticas y las opiniones contrarias se pueden discutir y contrarrestar con otras opiniones, pero nunca pueden justificar que el poder adopte represalias de ningún tipo", dijeron Christopher Barnes, presidente de la SIP y Roberto Rock, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la entidad.
Barnes, director del diario jamaiquino The Gleaner, y Rock, director del portal mexicano de noticias La Silla Rota, reaccionaron a las recientes acciones contra O Globo y Folha de S. Paulo, dos de los diarios de mayor influencia en Brasil, que adoptaron el presidente Jair Bolsonaro y el alcalde de Río de Janeiro, Marcelo Crivella.
La Alcaldía de Río de Janeiro anunció la suspensión de relaciones con el periódico O Globo y prohibió a sus periodistas participar en conferencias de prensa y actos de la municipalidad.
El alcalde anunció que se abstendrá de comentar o responder preguntas de reporteros del diario al que considera un "panfleto político" y amenazó con demandar a dos de sus periodistas a los que llamó "bribones", "canallas" y "sin carácter".
Por su parte, el presidente Jair Bolsonaro y miembros de su Gobierno han tomado represalias en contra del diario Folha de S. Paulo por reportajes y editoriales críticos de su Administración.
A finales de octubre, Bolsonaro anunció la cancelación de las suscripciones al periódico en todas las oficinas del Gobierno federal, además de cuestionar a las empresas privadas que contratan publicidad en ese periódico.
Esta semana Bolsonaro invitó "a todo Brasil" a que "no compre el periódico Folha de S. Paulo". El secretario de Comunicación Social, Fábio Wajngarten, acusó al diario de "defender una conspiración para la salida" de Bolsonaro de la Presidencia.
El informe sobre Brasil presentado en la Asamblea General de la SIP en octubre consignó que la situación de la libertad de prensa había empeorado, "especialmente por la postura agresiva del presidente Bolsonaro hacia la prensa" y su intención de debilitar financieramente a los periódicos.
La SIP, con sede en Miami, es una entidad sin fines de lucro dedicada a la defensa y promoción de la libertad de prensa y de expresión en las Américas, que está compuesta por más de 1.300 publicaciones.