La futura regulación de los mercados de carbono se ha pospuesto para la próxima Conferencia, aunque en la cumbre de Madrid se han conseguido importantes "avances" sobre el sistema que debe ordenar el comercio de derechos de emisión en todo el mundo.
La regulación de esos mercados (el Artículo 6 del Acuerdo de París) ha sido desde el comienzo de la cumbre uno de los principales escollos para lograr un acuerdo.
Durante toda la conferencia han persistido dos grandes escollos relacionados con los mercados de carbono: uno, el referido a la doble contabilidad que algunos países quieren evitar; y, otro, el relativo a la transición de los remanentes de derechos de emisiones que algunos Estados conservan del Protocolo de Kioto y que pretenden mantener en la transición al Acuerdo de París.
La Presidencia chilena de la cumbre y Brasil han mantenido durante los últimos días un pulso respecto a la regulación de esos mercados en el artículo 6 del Acuerdo de París.
La Unión Europea aceptó abrir un plazo de transición para reconocer los bonos antiguos hasta el año 2023, pero Brasil ha insistido en que se alargue ese periodo transitorio al menos hasta el año 2025, según han informado a EFE fuentes de la delegación chilena, que han destacado el "esfuerzo y la flexibilidad" que ha realizado la Presidencia para tratar de buscar consensos en este asunto.
Los textos que se han avanzado durante la cumbre de Madrid se consideran, por parte de la Presidencia chilena, "buenos avances" desde el punto de vista técnico.
Sin embargo, se requieren todavía algunos ajustes entre las diferentes visiones de las partes, en concreto sobre lo que se refiere al apoyo financiero obligatorio para los países más vulnerables, para evitar la doble contabilidad y para determinar ese proceso de transición de Kioto a París.
Como las diferencias no se han limado por completo, la Presidencia chilena ha pospuesto una posible solución hasta la próxima Conferencia (COP26), que se celebrará en Glasgow, han informado las mismas fuentes de la Presidencia chilena.
Los textos en lo que se ha avanzado no se han sometido a votación, ya que si se votaban y no se aprobaban decaían por completo, y la Presidencia chilena considera que son una buena base de partida para avanzar en las próximas citas.
También se ha referido a ese trabajo en la regulación de los mercados de carbono la ministra española para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.
"Se trabajó intensamente para asegurar unos mercados de carbono globales que aseguren una contabilidad robusta respetuosa de la integridad ambiental. Algunos no se sintieron cómodos, así que queda pendiente para el año que viene", ha señalado Ribera en su cuenta de la red social Twitter.
Guterres: "Estoy decepcionado"
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, ha asegurado este domingo, tras la clausura de la COP25, que está "decepcionado con los resultados" de la conferencia, aunque ha anunciado que "no se rendirá" en la lucha contra la crisis climática.
"La comunidad internacional ha perdido una oportunidad importante de mostrar una mayor ambición en mitigación, adaptación y finanzas para afrontar la crisis climática", ha lamentado el secretario general, en un comunicado en el que ha precisado que, sin embargo, "no debemos rendirnos".
Guterres ha destacado además que está más "decidido que nunca" a trabajar en que 2020 "sea el año en el que todos los países se comprometan a hacer lo que la ciencia nos está diciendo": que es "necesario" ser neutrales en carbono para 2050 y "no ir más allá de los 1.5 grados de aumento de la temperatura del planeta".
La vigesimoquinta Cumbre del Clima, la más larga de la historia, ha concluido este domingo con la aprobación de un documento titulado "Chile-Madrid. Tiempo de actuar", que recoge el propio lema de la cumbre, que ha dejado sensaciones encontradas en las partes asistentes.