La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) insistió ayer jueves en su previsión de un "impulso" del consumo de crudo en 2023, que cifra en un 2,7 % respecto al año pasado, gracias a un "crecimiento económico mundial saludable" y a la contención de la pandemia de covid en China.
En su informe mensual sobre el mercado de crudo, la OPEP prevé que en 2023 la demanda de petróleo llegue hasta los 102,72 millones de barriles diarios (mbd), con fuertes aumentos en China, Rusia o India, y más moderados en los países ricos de Occidente.
Para el presente año, el grupo con sede en Viena ha rebajado muy levemente sus previsiones de consumo, que se quedan en 100,03 mbd.
Esa revisión a la baja, de apenas 26.000 barriles diarios, se debe la expectativa de que en la segunda mitad del año haya un resurgimiento de restricciones relacionadas con la pandemia y a "las incertidumbres geopolíticas en marcha".
Con todo, la cifra de consumo prevista para el año que viene, esos 102,72 mbd, supondría un rotundo aumento del 3 % respecto al dato del año 2019, antes de que la pandemia provocara una caída de la demanda y abriera un periodo de incertidumbres.
"En 2023, las expectativas de un crecimiento económico mundial saludable, junto con las mejoras previstas en la contención del COVID-19 en China, se espera que impulsen el consumo de petróleo", anuncia la OPEP en su informe de hoy.
Ese aumento de la sed de petróleo será especialmente importante en China e India, donde la demanda crecerá un 4,8 y 4,6 % respectivamente. Juntas, esas dos naciones consumirán el 20 % de todo la demanda, tanto como Estados Unidos.
En los países ricos de Asia y Europa, y en EEUU, el aumento del consumo será más moderado, entre el 0,5 y el 0,8 % respecto al año pasado.