La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó de que está ayudando a las autoridades de la República Democrática del Congo (RDC) a investigar la reaparición del ébola en el noreste del país, donde anoche se confirmó un nuevo caso.
A última hora del viernes, el ministro congoleño de Salud, Jean-Jacques Mbungani, indicó que "el caso concierne a un niño de 3 años de sexo masculino hospitalizado y fallecido el 6 de octubre" en la zona de Butsili, en el territorio de Beni, ubicado en la provincia de Kivu del Norte.
La directora de la OMS para África, Matshidiso Moet, afirmó en un comunicado que la agencia de la ONU "está apoyando a las autoridades sanitarias en la investigación del nuevo caso de ébola".
"Kivu del Norte ha sido golpeada por brotes de ébola durante los últimos años, pero esto ha aumentado la experiencia local y la conciencia de la comunidad, allanando el camino para una respuesta rápida", enfatizó Moeti.
Según la OMS, "no es inusual que se produzcan casos esporádicos después de un brote importante, pero es demasiado pronto para decir si este caso está relacionado con brotes anteriores.".
Mbungani señaló anoche que los equipos sanitarios "ya están trabajando intensamente sobre el terreno para realizar actividades de respuesta, en particular el listado y seguimiento de unos 100 contactos hasta la fecha y la descontaminación de centros de salud".
"Gracias a la experiencia adquirida en la gestión de la enfermedad del virus del Ébola en las epidemias precedentes, estamos seguros de que los equipos de respuesta de la provincia, apoyados por la Administración central, lograrán controlar esta epidemia lo más rápido posible", subrayó el ministro.
La existencia del nuevo caso se divulgó después de que el Ministerio de Salud declarara el pasado 3 de mayo el fin del duodécimo brote de ébola en la historia del país, que causó doce contagios, de ellos seis fallecidos, en Kivu del Norte.
Esa última epidemia fue declarada el pasado 7 de febrero y aglutinó casos en las ciudades de Butembo, Byena, Katwa y Musienene, todas en la citada provincia.
Según la OMS, ese brote estaba relacionado con el ocurrido en las provincias orientales de Kivu del Norte, Kivu del Sur e Ituri entre 2018 y 2020, la décima epidemia de ébola en RDC, que provocó 2.299 muertos (de acuerdo con los últimos datos de la agencia de la ONU).
Esa epidemia fue la peor de la historia de la RDC y la segunda más grave del mundo, después de la que asoló África occidental de 2014 a 2016, en la que murieron 11.300 personas y hubo más de 28.500 casos, aunque esas cifras -según la OMS- pueden ser conservadoras.
El undécimo brote congoleño se desarrolló entre junio y noviembre de 2020 en la provincia noroccidental de Ecuador, donde se contabilizaron 130 contagios, de los que 55 acabaron en muertes y 75 se curaron.
La enfermedad del Ébola, descubierta en la República Democrática del Congo en 1976 -entonces llamada Zaire-, se transmite por contacto directo con la sangre y fluidos corporales de personas o animales infectados.
Esta fiebre causa hemorragias graves y puede alcanzar una tasa de mortalidad del 90 %. Sus primeros síntomas son fiebre repentina y alta, debilidad intensa, y dolor muscular, de cabeza y de garganta, además de vómitos.