La Nasa ha anunciado que abrirá una investigación "exhaustiva" sobre el despegue fallido de la nave rusa Soyuz MS-10, que tuvo que volver ayer jueves a la Tierra tras sufrir un fallo en uno de sus propulsores cuando se dirigía a la Estación Espacial Internacional (EEI).
Después del fallo mecánico, los dos astronautas que tripulaban la Soyuz fueron rescatados por los grupos de salvamento y trasladados al hospital para someterlos a los pertinentes exámenes médicos, aunque están en "buenas condiciones", de acuerdo a la agencia espacial rusa Roscosmos.
"La seguridad de la tripulación es la máxima prioridad para la NASA. Se llevará a cabo una investigación exhaustiva sobre la causa del incidente", señaló en un comunicado la agencia espacial estadounidense poco después del suceso.
La Nasa detalló además en esa nota que el administrador de la agencia, Jim Bridenstine, y su equipo "están evaluando la situación cuidadosamente".
La nave Soyuz MS-10, que despegó hoy con el ruso Alexéi Ovchinin y el astronauta de la NASA Nick Hague a bordo, tuvo que regresar y aterrizar en Kazajistán por un fallo en el propulsor cuando se dirigía a la EEI.
Según informaron hoy las autoridades rusas, la cápsula se separó del resto del cohete "123 segundos después" del lanzamiento.
Esa cápsula, en la que se encontraban los dos tripulantes, fue eyectada de manera automática por el sistema de seguridad, lo que garantizó que su vida no corriera peligro, un mecanismo que funcionó hoy por segunda vez en la historia.
Según informaciones citadas por la NASA, la Soyuz descendió a la tierra en una trayectoria "balística" y aterrizó a 20 kilómetros de Jezkazgan, en Kazajistán.
El lanzamiento de la nave en el marco de la misión 57-58 se produjo a las 08.40 GMT y poco después el propulsor comenzó a fallar, por lo que la tripulación tuvo que volver a la Tierra.
El Gobierno ruso ha suspendido todos los lanzamientos previstos con la Soyuz, que sufrió una avería similar a esta en 1983, según medios rusos.