Cacique y presidente

La ley versus “la mayoría,” Fernández versus Medina

lunes 22 julio , 2019

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Foto: Amaury Pineda

La pugna interna entre el ya tres veces presidente de la República Leonel Fernández y el presidente Danilo Medina está basada, según lo han esbozado sus seguidores, en el dilema de la democracia entre dar prioridad a la voluntad de la mayoría o que prime el imperio de la ley. A simple vista, pareciere que ambos bandos tienen argumentos validos para respaldar sus posiciones. Sin embargo, al realizar un análisis más profundo sobre la coyuntura actual, entiendo que la posición de Fernández esta sustentada en razonamientos más solidos.

A lo interno del PLD, el danilismo esta en lo correcto en plantear que el principio por el cual se rige ese partido es el del ‘centralismo democrático.’ Según esta practica leninista, la minoría debe subordinarse a la voluntad de la mayoría y las decisiones tomadas por órganos superiores deben ser acatadas por los demás órganos y miembros (Angle 2005). Por consiguiente, una decisión tomada por la mayoría de los miembros del Comité Político obliga a todos los miembros del PLD, aunque estos estén en desacuerdo.

En tal sentido, los danilistas entienden que Fernández representa una minoría dentro del PLD que no quiere acatarse a la voluntad de la mayoría. No obstante, el Comité Político no ha evacuado decisión alguna respecto a una nueva reforma constitucional. De hecho, la última decisión que tomó el Comité sobre la reelección fue el acuerdo del 2015 entre Fernández y Medina. Entre los puntos más importantes de ese acuerdo estuvo la aprobación de la reforma constitucional para habilitar la reelección de Medina en el 2016 y modificar los artículos 270, 271 y 272 (el famoso candado) a los fines de dificultar otra futura reforma.

Cabe resaltar que, aunque se han cumplido la mayoría de los puntos de ese acuerdo, el punto más importante, establecer un candado que aumente los requisitos para convocar a una reforma constitucional no se ha cumplido.

Evidentemente, hasta que el Comité Político tome una decisión que anule el acuerdo del 2015, Fernández no estaría violentando los estatutos de su partido. Por el contrario, es el danilismo que ha faltado al acuerdo que aun esta vigente. Ahora bien, a lo externo del PLD, el danilismo argumenta que el presidente Medina goza del respaldo de la mayoría de los votantes (Escalante 2019), y entienden que es ese apoyo el que legítima sus intenciones reeleccionistas. Sobra decir que otros precandidatos también cuentan con estudios que los sitúan como favoritos y que la encuestadora Gallup encontró que cerca de un 70 % de los dominicanos rechaza la reelección (Gallup 2019).

Por otra parte, es en este punto del supuesto respaldo de la mayoría hacia Medina en donde pienso que el danilismo yerra. Aun asumiendo que realmente la mayoría de los votantes favorezcan a Medina, la democracia, o en sentido estricto, la República, como sistema de gobierno, no se fundamenta en la tiranía de la mayoría sino en el imperio de la ley. En nuestro país, así como en todas las Repúblicas, el estado de derecho se impone a la voluntad de las mayorías.

En el libro III de “La Política,” Aristóteles explica que debemos, en la medida de lo posible, permitir que las leyes gobiernen. Aristóteles entiende que nosotros no somos buenos jueces de nuestra propia causa, que el hombre siempre tratara de utilizar el poder en su beneficio y por eso, las leyes pactadas, son las que deben gobernar. De hecho, tomar decisiones para favorecer los deseos circunstanciales del mandatario de turno es una de las características de la tiranía y el fin de cualquier estado de derecho "porque donde las leyes no gobiernan no hay estado" (1292b30).

El hecho de que la mayoría desee algo, no significa que ese objetivo sea legitimo. Por ejemplo, la esclavitud en los EE. UU. estuvo fundamentalmente basada en la voluntad de una mayoría de ciudadanos blancos de usar como objetos a los africanos llevados allí con ese objetivo. Obviamente, la voluntad de esa mayoría no legitimó la esclavitud. Esto sin mencionar que pensadores como Platón, Schumpeter, J. S. Mill, Hamilton, Madison, De Tocqueville, entre otros, elaboraron ampliamente en sus escritos sobre el peligro de la tiranía de la mayoría.

Como he resaltado en artículos anteriores, no es secreto que el pacto de las corbatas azules para reformar la constitución en el 2010 se llevo a cabo con la meta principal de rehabilitar a Fernández como futuro candidato a la presidencia. Entiendo que esa reforma constitucional fue remediada parcialmente con la del 2015 que le permitió a Medina poder reelegirse y ser electo por un segundo periodo.

En un mundo perfecto, tanto Fernández como Medina se dedicarían a otra cosa y dejarían el espacio abierto para que otras figuras dentro del PLD puedan expandir sus liderazgos. Lamentablemente, ese no es el escenario que tenemos y dadas las circunstancias, entiendo que Medina es quien tiene que frenar sus ambiciones de poder.

Reitero, el leonelismo no esta libre de culpa. La reforma del 2010 así lo confirma. Pero, lo cierto es que las leyes y acuerdos vigentes le dan la razón Fernández y eliminan las posibilidades reeleccionistas de Medina. Por un lado, el acuerdo del 2015 le quita legitimidad al danilismo a lo interno de su partido. Por otro lado, la constitución impide al danilismo materializar sus ambiciones de perpetuarse en el poder, pues, a pesar de supuestamente contar con el apoyo de la mayoría de los votantes, las leyes deben estar por encima de la tiranía de la mayoría. 

Referencias:
Angle, S. C. (2005). Decent Democratic Centralism. Political Theory 33.4: 518-46
Aristotle. (1905). Aristotle’s Politics. Oxford :Clarendon Press

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Amaury Pineda

Candidato a doctor en ciencias políticas, Western Michigan University, EE.UU. Licenciado en Derecho, egresado de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).

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