Un tribunal australiano ordenó este lunes la liberación del tenista serbio Novak Djokovic, número uno del mundo, que se encontraba retenido desde el jueves pasado en un hotel de la ciudad de Melbourne tras la revocación de su visado por no estar vacunado contra la covid-19.
El juez Anthony Kelly, del Tribunal del Circuito Federal de Melbourne, ordenó al Gobierno australiano implementar la liberación a la mayor brevedad posible, entregarle su pasaporte y sus efectos personales y pagar los costes legales.
Esta decisión permitiría, en principio, a Djokovic participar en el Abierto de Australia, que en caso de victoria final se convertiría en su décimo título de ese torneo y su vigésimo primer Gran Slam, con lo que superaría al suizo Roger Federer y al español Rafael Nadal.
En la vista virtual celebrada este lunes, el Gobierno de Australia accedió a revertir su decisión de cancelar el visado, aunque el abogado Christopher Tran, señaló que el Ministro de Inmigración, Alex Hawke, considera la posibilidad de usar sus poderes especiales para deportar a Djokovic.
En cambio, los abogados de Djokovic alegaron que el tenista siguió "todos los pasos migratorios que creyó necesarios para entrar en Australia".
También fueron publicadas las transcripciones por el tribunal australiano que falló este lunes a favor del tenista, donde se revela que el número uno del mundo pasó una odisea de casi ocho horas de entrevistas en el control de aduana en Australia antes de serle denegada la entrada al país, por no cumplir con las normas de la pandemia.
En los documentos se pueden leer las conversaciones de Djokovic con los agentes, que comenzaron más allá de la medianoche del miércoles al jueves de la pasada semana en el aeropuerto de Melbourne, adonde llegó Djokovic con el objetivo de jugar el Abierto de Australia a finales de este mes.
El tenista serbio, que confirmó que no está vacunado contra la covid-19, dice que se contagió de coronavirus el pasado 16 de diciembre, por lo que manifestó que estaba exento de la obligación de estar vacunado.
Tras la revocación por parte del juez de cancelar el visado del serbio, se produjeron diferentes altercados en la capital del estado australiano de Victoria, en la céntrica calle Collins Street, justo enfrente de la oficina de los abogados de Djokovic, donde se reunieron los seguidores del balcánico después de argumentar que su ídolo se encontraba en el interior del despacho manteniendo conversaciones con sus abogados.
Un agente fue afectado por el gas pimienta y varios compañeros argumentaron que no sabían si el primer clasificado mundial realmente viajaba en el coche que fue interceptado por los aficionados.
A pesar de la orden de liberación del astro serbio, varios medios de su país afirmaron que desde el entorno familiar del jugador no son optimistas, ya que piensan que finalmente será deportado de Australia.
"La última información es que quieren detenerlo", dijo Djordje Djokovic, hermano del número uno de tenis mundial, a la emisora TV Prva.
El diario Telegraf, por su parte, aseguró que el padre de Djokovic, Srdjan, ha declararo que el Gobierno australiano decidió deportar a Djokovic.
Además, la madre del tenista, Dijana, denunció este lunes que el número uno de tenis mundial sufrió "tortura" durante el tiempo que estuvo retenido en Australia y ha aseguró que la decisión judicial que le permite entrar en Australia "es la victoria más grande de su carrera".
Así lo aseguró durante una rueda de prensa en Belgrado para analizar la sentencia judicial que este lunes dio permiso al deportista para permanecer en Australia a pesar de no estar vacunado contra la covid-19, aunque el Gobierno aún sopesa expulsarlo.
Las autoridades serbias, así como la familia de Djokovic, también creen que finalmente el tenista será deportado, ya que el presidente del Parlamento serbio, Ivica Dacic, aseguró este lunes que cree que las autoridades australianas se están preparando para hacerlo, a pesar de que un juez ordenó este lunes la liberación del número uno del tenis mundial.
"Evidentemente, las autoridades australianas optarán por deportar a Djokovic", declaró Dacic a la emisora serbia Hepi.
"En general, ese procedimiento es vergonzoso y debe tener una reacción por nuestra parte", exigió el presidente del Parlamento y ex ministro de Exteriores, que reconoció que Serbia tiene limitadas opciones para responder.
También opinó sobre esta situación el español Rafael Nadal, que señaló que "la justicia ha hablado" y que por tanto, Novak Djokovic "tiene todo el derecho a participar" en el Abierto de Australia.
"Me parece perfecto que Djokovic pueda competir. Me parece correcto, la justicia tiene que hablar en este caso y yo siempre soy un defensor de la justicia en todas las causas", dijo Nadal en el programa "Más que Uno" de Onda Cero.
"Se ha montado un circo alrededor de muchas historias; pero, más allá de que pueda estar de acuerdo con Djokovic, sin duda la justicia ha hablado y tiene derecho a participar en el Open de Australia y es lo más justo que lo haga. Le deseo toda la suerte", siguió.
Tras conocerse la noticia favorable para Djokovic, el serbio quiso dar las gracias en una red social por el apoyo recibido mientras se resolvía su entrada o no a Australia y anuncia que desea quedarse y "competir" en el Abierto australiano.
"Por ahora no puedo decir más, pero GRACIAS a todos por apoyarme en todo esto y animarme a mantenerme fuerte", publicó Djokovic con emoticonos de rezos.
"Estoy complacido y agradecido de que el juez revocara la cancelación de mi visado. A pesar de todo lo que ha pasado, quiero quedarme e intentar competir. Sigo concentrado en eso. Volé aquí para jugar en uno de los eventos más importantes", apuntó Novak Djokovic.