El Gobierno neerlandés extendió este jueves las prohibiciones de vuelos entre Países Bajos y Reino Unido, Sudáfrica, República Dominicana, así como la mayor parte de Sudamérica, hasta el 1 de abril, en un intento de evitar la propagación de las nuevas mutaciones de coronavirus que circulan en esas regiones.
En una carta enviada al Parlamento, el Ejecutivo explicó que prorroga otras cuatro semanas más la prohibición del tráfico aéreo con Reino Unido, Sudáfrica, Brasil, Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay, Venezuela, Surinam, Guayana Francesa y Guyana, además de Panamá, y República Dominicana.
La medida se toma por recomendación del equipo de gestión de la pandemia (OMT), que asesora al Ejecutivo en funciones desde hace un año para tomar las medidas pertinentes y frenar la propagación de contagios, en este caso, la posible importación de variantes del coronavirus más contagiosas que las que ya circulan en la Unión Europea (UE).
El Ejecutivo neerlandés también extendió hasta el 15 de marzo el confinamiento de Países Bajos y el toque de queda diario entre las 21.00 hora local (20.00 GMT) y las 4.30 (3.30 GMT), aunque permitió desde ayer que las peluquerías y otras profesiones de contacto, como los centros de masajes o tatuajes, vuelvan a recibir clientes con medidas de higiene.
Los comercios, que habían cerrado a mediados de diciembre para evitar la propagación del virus por las compras navideñas, también reabrieron de forma parcial ayer, pudiendo recibir clientes solo con cita previa y con un límite de aforo por planta, lo que provocó que algunos negocios decidieran no reabrir porque el número de personas a recibir no compensaba los gastos.
Además, también aumenta la presión sobre el Ejecutivo en funciones para permitir la reapertura de las terrazas con el inicio del buen tiempo, lo que hizo que el pasado martes varios bares y restaurantes se rebelaran, abriendo sus terrazas al público en contra de las restricciones, aunque la mayoría tuvo que volver a cerrar de inmediato ante las amenazas de multas.
Un estudio elaborado por I&O Research y publicado este jueves revela que seis de cada diez neerlandeses creen que las terrazas de los restaurantes y cafeterías deberían poder abrir de forma segura