El feminismo y las críticas a los gobiernos de Vladimir Putin y Donald Trump del colectivo ruso Pussy Riot cautivaron ayer domingo al público bogotano en el cierre de la segunda jornada del XXIV festival Rock al Parque.
La agrupación, liderada por Nadezhda Tolokónnikova, saltó al escenario Eco del céntrico Parque Simón Bolívar, de la capital colombiana, precedido de una veintena de mensajes críticos sobre diferentes temas.
Con pasamontañas verdes y extravagantes movimientos en el escenario, el colectivo inició su espectáculo ante una multitud que se agolpó en uno de los escenarios complementarios del festival y que comenzó a bailar y saltar al ritmo de su electropunk.
Canciones como Bad Apples, Nightmares y Organs pusieron a saltar, a mover la cabeza y a gritar al público, mientras que las luces y las coreografías de los demás miembros del colectivo acompañaban la puesta en escena, que durante buena parte del espectáculo mostró mensajes críticos en las pantallas.
Uno de los primeros temas sobre los que Tolokónnikova habló en la tarima fue el de su deseo de que exista el "aborto legal y seguro", así como de que considera que debe separarse el Estado de la iglesia en algunos países en donde aún siguen ligados.
Los dardos venenosos que lanzó también tuvieron como receptores a Putin y Trump, a quienes insultó y criticó por sus políticas de gobierno, como suele hacerlo en cada evento, ya sea musical o social, en el que se presenta.
Asimismo, la líder de la banda aprovechó una falla en la logística cuando el grupo iba a empezar a tocar una canción para recordar cómo saltó a la fama en 2012 tras irrumpir, con otras integrantes de Pussy Riot, en la Catedral de Cristo Salvador de Moscú.
Allí interpretó una canción titulada "Punk Prayer: Mother Of God, Put Putin Away!", con el objetivo de denunciar el apoyo de la Iglesia ortodoxa rusa a Putin.
La presentación continuó y el colectivo siguió enviando mensajes, esta vez de apoyo a la comunidad LGBTI, y al escenario se subió otro grupo que bailó junto a ellos en medio de la histeria colectiva.
En el cierre, el grupo ruso aseguró que su música suena feliz porque "se debe enfrentar el miedo con alegría" y se bajó de la tarima con una lluvia de aplausos de fondo.
En la jornada también participó la banda española Quentin Gas y Los Zíngaros, con su música que combina rock psicodélico con flamenco, y los británicos de HMLTD, quienes se llevaron los aplausos del público con su colorido espectáculo.
A la misma hora de la actuación de Pussy Riot, en el Escenario Plaza, el principal del festival, Suicide Silence, liderados por el venezolano estadounidense Eddie Hermida, hicieron saltar a la multitud que llegó al Simón Bolívar con su ruidoso y potente deathcore.
El Rock al Parque cerrará hoy lunes con una jornada en la que se mezclará ska con punk con bandas como la estadounidense Pennywise o la japonesa Tokio Ska Paradise Orchestra, además de los alemanes de Kadavar y los españoles de La M.O.D.A., entre otros.