El nuevo base estrella de los Nets de Brooklyn, Kyrie Irving, reconoció este viernes, en el Día de la Prensa, que su aportación el año pasado con los Celtics de Boston no fue la mejor como líder y aceptaba esa responsabilidad.
Irving, quien firmó con los Nets durante el verano, rápidamente asumió el papel de jugador franquicia y más después de que el alero Kevin Durant, quien también llegó como agente libre, está lesionado del talón de Aquiles del pie derecho y se perderá toda la temporada del 2019-20.
Sin embargo, el liderazgo no siempre ha sido el fuerte de Irving y él mismo lo reconoció al admitir que su estancia y sobre todo salida de los Celtics no fue la mejor, más aún después de haber llegado como la gran estrella y el jugador que iba a ser el líder en la consolidación del equipo como aspirante al título de liga.
Tampoco su falta de palabra le ayudó a la hora de dejar al equipo, después de que al comienzo de la temporada pasada dijo a los seguidores de los Celtics que planeaba volver a firmar con la franquicia.
Lo decía en serio en ese momento, explicó el viernes. Pero las cosas cambiaron. Su abuelo murió a fines de octubre y el baloncesto se volvió menos importante para Irving.
"Mucha de la alegría que tuve del baloncesto me fue arrebatada", comentó Irving a los periodistas. "Me excluí de todos, no tuve el asesoramiento y la terapia adecuada y al final lo hice mal".
Las cosas comenzaron a ir mal, el vestuario se fracturó e Irving era impredecible, mientras que los Bucks de Milwaukee los eliminaron en la segunda ronda de los playoffs y para entonces Irving ya no tenía ningún tipo de relación con sus compañeros.
Ese distante y malhumorado Irving no era el mismo tipo que se presentó este viernes ante los periodistas, cuando dio su imagen más reflexiva y profesional.
"Muchas de esas batallas en las que pensé que podría luchar (en el entorno del equipo de Boston) no estaban listas", admitió Irving. "Y les fallé a esos muchachos. No les di todo lo que podía tener durante esa temporada. En términos de ser un líder y unir a todos, fallé".
Irving dijo que estaba listo para pasar página de los malos momentos vividos en Boston, que le sirvieron de un gran aprendizaje y que había llegado a Brooklyn con una nueva mentalidad plena de "honestidad".
El propio jugador dijo que habló con la oficina de Brooklyn desde el principio que se abrió el mercado de los agentes libres y expresó que tenía un gran interés en jugar con ellos.
Mientras, los representantes de los Nets le dijeron que tenían el objetivo de traer otros talentos que habían llegado al Partido de las Estrellas, algo que cumplieron con el fichaje de Durant y el pívot DeAndre Jordan.
Pero sobre todo porque Durant, al margen de su condición de estrella, también es su gran amigo y los dos esperan tener una química natural en el campo.
Pero Irving aseguró que de ninguna manera presionará a Durant para que apresure su rehabilitación y tienen ya asumido que su presencia esta temporada cuando menos estará en suspense, lo que le exigirá que sea el líder del equipo que todos esperan, incluido él mismo.