El líder norcoreano, Kim Jong-un, visitó el mausoleo familiar en Pionyang para conmemorar el 78 aniversario del nacimiento de su padre y predecesor Kim Jong-il, según recogen los medios estatales, en lo que supone la primera aparición pública del dictador en tres semanas.
Kim rindió tributo a la memoria del exlíder en el Palacio del Sol de Kumsusan en la capital norcoreana, como es tradición en esta efeméride, y realizó una solemne ofrenda floral ante los cuerpos embalsamados de su padre y de su abuelo, Kim Il-sung, fundador del país y de la dinastía en 1948, informó la agencia estatal KCNA.
El "líder supremo" ofreció "sus más altos respetos" ante las efigies de sus antepasados y predecesores en el cargo con motivo de la celebración del Día de la Estrella Brillante, que constituye "la mayor de las festividades auspiciadas por la nación", señaló la KCNA.
Kim visitó el mausoleo junto a otros altos cargos del régimen, según la agencia estatal, que no precisó en qué fecha exacta tuvo lugar una visita que en años anteriores el líder realizó en la medianoche de la efeméride.
La KCNA y la televisión estatal KCTV ofrecieron imágenes del líder en el mausoleo ataviado con una gabardina de cuero y flanqueado por una comitiva más reducida que en años precedentes, en los que la conmemoración estuvo acompañada de fuegos artificiales o eventos multitudinarios, de los que los medios del régimen no dieron constancia en esta ocasión.
Se trata de la primera aparición de Kim en los medios estatales desde el pasado 25 de enero, una ausencia que ha dado lugar a especulaciones sobre la preocupación en la cúpula del régimen por el brote del virus COVID-19 en la vecina China.
El hermético país, uno de los más pobres de Asia, decidió a finales de enero cancelar la entrada de todos los viajes turísticos y poner en cuarentena a toda persona procedente de China para evitar la propagación del nuevo coronavirus originario de Wuhan.
Por el momento, la propaganda norcoreana no se ha hecho eco de ningún contagio dentro de su territorio del virus que ya ha afectado a casi 70.000 personas, la mayoría de ellas en China, y del que también se han registrado casos en otros países asiáticos y del resto del mundo.