Keiko Fujimori, principal líder de la oposición en Perú, solicitó hoy miércoles a un tribunal que la deje en libertad por considerar que la detención preliminar que cumple desde el miércoles pasado es "un claro atropello" contra el debido proceso y la presunción de inocencia.
En la audiencia judicial para resolver la apelación contra la detención, la hija del expresidente Alberto Fujimori afirmó que la Fiscalía le tendió "una emboscada" para detenerle en su sede cuando había acudido a una citación para declarar en la investigación que se le sigue por un presunto delito de lavado de activos.
Ante la Segunda Sala de Apelaciones de la Sala Penal Nacional, Keiko Fujimori compareció ataviada con un chaleco de la Policía que la identificaba con la palabra "detenido" en letras grandes.
Allí la líder del partido fujimorista Fuerza Popular afirmó que todo este proceso "está fríamente calculado" para hacer daño a su familia.
"En medio de estas injusticias, he de rescatar que se está iniciando el camino para la unidad de mi familia y el fortalecimiento de mi partido", apuntó Fujimori, que días atrás recibió la visita de su hermano menor Kenji Fujimori, con quien está enemistada por su diferencias en la dirección del partido.
Asimismo, la detenida alegó que por su parte no hay peligro de fuga ni de obstrucción a la investigación cuyo plazo expirará en marzo.
"Yo jamás me voy a fugar del país. No me he ido del Perú en el año 2000. Estoy aquí para dar la cara. Jamás he obstruido a la justicia", indicó.
Fujimori también negó haber recibido dinero de la constructora brasileña Odebrecht para financiar de manera irregular su campaña para las elecciones presidenciales de 2011 y reiteró que no conoce a los principales ejecutivos de la empresa.
Asimismo, criticó duramente que hace dos días se ampliaran las diligencias con las detenciones de Pier Figari y Ana Herz, sus dos asesores más cercanos, su secretaria personal Carmela Paucará y al empresario Vicente Silva Checa, quien ya pasó por la cárcel por un caso de corrupción en el régimen de Alberto Fujimori.
La detención de Fujimori fue ordenada por el juez Richard Concepción Carhuancho, del Primer Juzgado de Investigación Preparatoria de la Sala Penal Nacional, a petición del fiscal contra el lavado de activos José Domíngo Pérez, a cargo de las investigaciones.
La orden de detención involucraba a otras diecinueve personas más, entre ellas los exministros fujimoristas Jaime Yoshiyama y Augusto Bedoya y un grupo de allegados al congresista fujimorista Rolando Reátegui, imputados por integrar una organización criminal en el seno de Fuerza Popular.
El fiscal investiga a Keiko Fujimori y a Fuerza Popular por un presunto lavado de activos de la campaña para las elecciones presidenciales de 2011 al presuntamente haber enmascarado con aportes ficticios grandes donaciones de dinero cuyo origen puede ser ilícito.
En esa financiación irregular puede estar el millón de dólares que Odebrecht aseguró haber entregado a Yoshiyama y a Bedoya para apoyar la postulación de Fujimori a la Presidencia de Perú, comicios que perdió en esa ocasión frente a Ollanta Humala.