La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, presionó esta semana a su propio Gobierno para que trate con "dignidad" a los migrantes en la frontera con México tras publicarse imágenes que muestran el maltrato de indocumentados haitianos por parte de agentes de la Patrulla Fronteriza.
Según informó este miércoles la oficina de Harris, la vicepresidenta llamó el martes al secretario de Seguridad Nacional estadounidense, Alejandro Mayorkas, para expresar su "grave preocupación sobre el maltrato de migrantes haitianos por parte de agentes de la Patrulla Fronteriza a caballo".
Es extremadamente raro que la Casa Blanca informe de una conversación telefónica entre dos miembros de un gabinete, y el objetivo de la oficina de Harris era aparentemente reforzar la impresión de que la vicepresidenta está defendiendo los derechos de los migrantes en la actual crisis en la frontera.
La vicepresidenta, que tiene entre sus misiones la de hacer frente a las causas de raíz que generan la migración irregular hacia Estados Unidos, pidió a Mayorkas que se asegure de que todos los agentes migratorios "tratan a la gente con dignidad, de forma humana y coherente con las leyes y valores" del país.
Mayorkas aseguró a Harris que "comparte su preocupación" sobre el tema y le recordó que su departamento ha abierto una investigación sobre lo ocurrido, de acuerdo con el comunicado.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, aseguró este miércoles que esa investigación se completará la semana que viene, y que mientras tanto, los agentes implicados se encuentran de baja administrativa.
Psaki describió como "brutales e inadecuadas" las acciones de esos agentes, que, montados a caballo, actuaron de manera agresiva y hostigaron a los inmigrantes para evitar que los haitianos ingresen al país tras cruzar el río Bravo (río Grande), según las imágenes.
Esas fotografías han provocado críticas a Biden de figuras de su propio partido, entre ellas el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, que ha pedido a la Casa Blanca que detenga la deportación masiva de migrantes a Haití.
Al respecto, Psaki aseguró este miércoles que Biden sigue "comprometido con implementar un sistema migratorio humano y ordenado que incluya un proceso establecido y eficiente para solicitar asilo" y "quedarse en Estados Unidos".
No obstante, dijo que eso "requiere que el Congreso actúe" para aprobar una reforma migratoria, y también defendió que es necesario que "mejoren las condiciones de salud" relativas a la pandemia, antes de levantar el llamado Título 42.
Esa medida, muy criticada por defensores de los derechos de los migrantes, implica que Estados Unidos deporta automáticamente a la mayoría de los inmigrantes indocumentados que llegan a su frontera sur, sin darles la oportunidad de solicitar asilo, amparándose en la pandemia.