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La junta electoral de Nueva York canceló este lunes la celebración de las primarias demócratas del 23 de junio al considerarlas "innecesarias" tras la retirada de la carrera presidencial de Bernie Sanders, quien se iba a enfrentar al exvicepresidente Joe Biden, y por los riesgos de expansión del COVID-19 que podían entrañar las votaciones.
Aunque el senador Bernie Sanders ya había abandonado la carrera presidencial e incluso apoyó oficialmente la candidatura de Biden para derrotar al mandatario estadounidense, Donald Trump, las primarias neoyorquinas le hubiesen servido para obtener más delegados de cara a la convención demócrata en la que se confirmará la nominación del exvicepresidente y que en principio está previsto que se celebre en Milwaukee (Wisconsin) entre el 17 y el 20 de agosto.
En una carta de la campaña de Bernie Sanders dirigida a la junta electoral, el equipo del senador había pedido que se le mantuviera en la papeleta y que se celebraran las votaciones "por el interés de unir al partido" y porque su retirada se produjo después de haberse inscrito para participar en las primarias neoyorquinas.
Además, Sanders señaló que después de haber apoyado a Biden el pasado 8 de abril ha expresado varias veces su voluntad de permanecer en las papeletas y recolectar delegados.
La junta aseguró que a lo largo de la mañana han recibido numerosos correos electrónicos y llamadas de seguidores de Sanders quejándose por la decisión y pidiendo que se mantuviera el voto entre ambos candidatos.
El objetivo de la campaña de Sanders, que ya no opta a la nominación, es aumentar su número de delegados en el cónclave demócrata, contar con más influencia en las decisiones que tome ese partido en la cita de Wisconsin y presionar para que refleje parte de sus postulados progresistas.
Nueva York es el primer estado que suspende sus votaciones, aunque otros territorios han pospuesto la cita o han animado a los electores a que voten por correo para evitar la expansión del virus.
A comienzos de este mes el Partido Demócrata decidió atrasar más de un mes la convención nacional en la que nominará formalmente a su candidato presidencial para las elecciones de noviembre en Estados Unidos, debido a la "incertidumbre" generada por la pandemia del coronavirus.
