Un juez argentino ordenó hoy el aislamiento, durante 30 días, de los afectados por el brote de hantavirus que se ha cobrado nueve muertes en un mes en la provincia argentina de Chubut, confirmaron hoy a Efe fuentes jurídicas.
El magistrado Martín Zacchino hizo así lugar a una petición realizada por el ministro de Salud de Chubut, Adrián Pizzi, que solicitó a la justicia imponer medidas legales para asegurar el aislamiento respiratorio selectivo y evitar la propagación del virus.
A raíz del brote que surgió en la localidad chubutense de Epuyén, Pizzi presentó una denuncia a la Fiscalía del municipio de Esquel para que el aislamiento respiratorio selectivo de los 85 vecinos afectados, que consiste en que permanezcan en sus domicilios durante treinta días, sea obligatorio, como así ha aceptado Zacchino.
La medida también contemplará que los Ministerios de Salud, Gobierno y Familia provinciales cubran las necesidades alimentarias sociales que se generen a través de este aislamiento.
Quienes violen las medidas sanitarias para evitar la propagación se pueden enfrentar a una pena de entre 6 meses y 2 años de prisión.
"Debido a que existen personas que se niegan a respetarla (la orden de aislamiento) y otras que la incumplen, pedimos la intervención de la justicia", explicó el ministro.
Desde que se detectó este brote el 3 de diciembre, se han registrado nueve muertes, tres de ellas el pasado miércoles, y permanecen ingresadas otras once personas que dieron positivo en hantavirus.
El titular de sanidad de Chubut remarcó que se trata de una enfermedad de "alta letalidad" y añadió que la única posibilidad que tienen de anticiparse es "cortar las cadenas de transmisión del brote".
El hantavirus se transmite por el contacto con la orina, saliva y excrementos de roedores infectados con dicho virus.
Para la transmisión entre personas, se necesita un contacto estrecho con los enfermos en el período inicial del cuadro febril, que va de las primeras 48 a 72 horas.
Los síntomas de este virus son fiebre, dolores musculares, escalofríos, dolores de cabeza, náuseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea y en etapas avanzadas dificultad respiratoria.
El gobierno municipal de Epuyén, localidad de unos dos mil habitantes donde surgió el brote, suspendió todas las actividades grupales en espacios cerrados municipales como el gimnasio o las iglesias durante cuarenta días.
Asimismo, redujeron las jornadas de trabajo a cuatro horas diarias, recomendaron a los negocios que no atiendan a más de dos personas a la vez en sus locales y fomentaron el uso de mascarillas, entre otras medidas preventivas.