La acumulación de un buen capital ahorrado y la intención de invertirlo para sacarle beneficio hace surgir la idea de que destinar ese dinero en la compra de viviendas para alquilar está entre las mejores opciones, debido a que, por lo general, los bienes inmuebles aumentan su valor en el tiempo.
Se trata de una realidad a considerar. Ciertamente. Si usted tiene un ahorro de 10 millones de pesos, por poner un ejemplo, y no es un comerciante, es decir, no se dedica a los negocios, posiblemente lo coloque en un certificado de un banco comercial o en bonos, a través de un puesto de bolsa.
Otra idea será la de invertirlo en bienes inmobiliario. Sin embargo, esa opción tiene sus ventajas y sus desventajas. Lo primero a considerar es la renta que va a generar esa inversión. Un apartamento de 10 millones de pesos en zona céntrica de la ciudad (clase media a media alta) puede que se consiga de segunda mana y de no más de dos dormitorios. Su alquiler podría generar, en el mejor de los casos, alrededor de 900 dólares mensuales, es decir, unos 50,000 pesos.
Tome en cuenta que de esa cantidad deberá sacar un porcentaje mínimo como comisión para el abogado que le llevará los trámites del alquiler, así como el posible mantenimiento mensual del condominio, el cual, en ocasiones alcanza hasta los 10,000.
Además, cada vez que el inquilino desocupe el inmueble, tendrá que destinar una parte de ese mismo dinero para reparaciones menores, y a veces mayores, como pintura, reparación o remodelación de baños y cocina o de cualquier otra situación. En resumidas cuentas, el apartamento siempre debe estar nítido para el alquiler y eso requiere inversión.
Con base en lo anterior, es posible que usted termine cobrando entre 35,000 y 40,000 mensuales, aun cuando la renta es de 50,000, porque debe considerar los gastos obligatorios mencionados.
En cambio, si su abalizan los niveles de rentabilidad de los bonos del Banco Central o del Ministerio de Hacienda, así como de los certificados de los bancos múltiples y de otros instrumentos de inversión en el mercado de valores, posiblemente usted obtenga una rentabilidad mínima de 8 % anual por los 10 millones de pesos.
Si consideramos que 8 % de 10 millones es 800,000, divididos entre 12 meses del año resultarían en 66,666 mensuales, a los cuales habría que descontarles el 10 % de impuesto sobre los intereses, por lo que le quedarían 60,000 pesos mensuales “limpios”.
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Lo anterior indica que la rentabilidad de 10 millones de pesos en invertidos en instrumentos financieros a una tasa promedio de 8% anual es mucho mayor que la que ofrece un inmueble de ese mismo valor en alquiler.
Pero hay un elemento a considerar: el dinero invertido se puede devaluar en el tiempo, mientras que el inmueble adquiere valor en el tiempo o al menos no se devalúa. Esa es una verdad relativa, pues en el caso del dinero invertido en el sector financiero, si le genera 60,000 mensuales, usted bien puede usar 10,000 para aportarlo al capital y así paliar en parte el impacto de la devaluación, mientras se queda con 50,000 limpios para sus gastos cotidianos.
En tanto que el bien inmueble le va a generar menos de los 50,000 mensuales, como ya vimos, además de que le implicará el ajetreo de tener que estar atento al pago del inquilino, a la solución de cualquier problema que se presente y que implique su queja, así como a las inversiones constantes cada vez que le desocupe, pues debe mantener esa vivienda en perfectas condiciones.
A eso hay que agregar el hecho de que no siempre los inmuebles aumentan su valor en el tiempo. Eso depende de diversas circunstancias, como la ubicación donde se encuentre, los años de construcción del edificio, los cambios que se produzcan en el entorno, entre otros.
En todo caso, el escenario está puesto como parta de los elementos que debe tomar en cuenta una persona que tenga un ahorro de varios millones de pesos y deba decidir entre si invertirlo en el mercado inmobiliario o en instrumentos financieros, a través de los bancos o de la bolsa de valores.
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