Una turba intentó incendiar esta madrugada el Palacio de Justicia y una sede de la Alcaldía donde había almacenadas vacunas contra la covid-19 en la ciudad de Facatativá, en el departamento de Cundinamarca, centro de Colombia.
"Se pretendió vandalizar el Palacio de Justicia y una sede de la Alcaldía municipal donde entre otras cosas (…) se almacenan las vacunas contra la covid-19 para la población de Facatativá", informó el gobernador de Cundinamarca, Nicolás García Bustos.
En videos publicados en redes sociales se ven en las fachadas del edificio llamas causadas por bombas incendiarias y humo que sale de las plantas superiores, pero el fuego no provocó daños estructurales como sí pasó con el Palacio de Justicia de la ciudad de Tuluá (suroeste) que una turba quemó el pasado 25 de mayo.
El gobernador explicó que los vándalos no dejaron pasar a los bomberos, por lo que tuvieron que enviar al Ejército para actuar.
"Insistimos, la vía del diálogo siempre encontrará en nosotros un interlocutor. Ayer no había Esmad (Escuadrón Antidisturbios) en la ciudad, ayer no había confrontación; fueron hechos unilaterales los de querer vandalizar edificios públicos", dijo García.
Junto a Cali, epicentro de las protestas y donde hubo 14 muertos y 98 heridos -54 por disparos-, según la ONU, en los enfrentamientos que tuvieron lugar el viernes en el contexto de protestas ciudadanas, las ciudades de Madrid y Facatativá, ambas en Cundinamarca, también están militarizadas desde este sábado.
El presidente de Colombia, Iván Duque, ordenó "el mayor despliegue" de "asistencia militar" el viernes por la noche, cuando se cumplía un mes de protestas que han dejado 60 muertos según organizaciones sociales y 43 según la Fiscalía.
Ese día se produjeron en varias partes del país fuertes enfrentamientos entre la fuerza pública y los manifestantes e incluso escenas de civiles armados disparando, ante la inacción de la Policía, a los manifestantes.
En Madrid y Facatativá, dos municipios cercanos a Bogotá, también se produjeron disturbios el viernes, incluyendo agresiones de la Policía a periodistas en la primera ciudad, y el intento de quemar estaciones de la Policía en la segunda.