Pixabay
El mercado ilegal de bebidas alcohólicas en Paraguay generó pérdidas de 74,5 millones de dólares para el sector y de 4,4 millones para el fisco en 2017, según un informe de la consultora Euromonitor International y la Cámara Paraguaya de Bebidas Alcohólicas (Capaba) divulgado ayer martes.
La comercialización de bebidas alcohólicas ilegales representó un 7 % del mercado total, con un volumen de 29.444 hectolitros de alcohol puro y un consumo per cápita de 0,7 litros de alcohol de origen fraudulento, según el informe.
El estudio entiende por alcohol ilegal las falsificaciones, la producción artesanal no reconocida por las autoridades, la evasión de impuestos y el contrabando.
La consultora asociada de Euromonitor, Olivia Hutchinson, explicó en un evento en Asunción que las características geográficas de Paraguay, con la Triple Frontera (con Brasil y Argentina), además de una legislación laxa permiten que "el contrabando pueda llegar sin mayores desafíos u obstáculos".
El contrabando de alcohol es mayor en el caso de las bebidas fermentadas, como la cerveza o el vino, que en el de las destiladas, ya que el precio de estas es más barato en Paraguay que en sus países vecinos y no compensa comprarlo en el exterior.
Hutchinson recalcó que el consumidor es cómplice de estas ilegalidades ya que ve como "una compra inteligente" la adquisición de un producto más barato, aunque este sea de contrabando.
Destacó que los comerciantes también recurren a estos productos para "reducir costos y aumentar sus ingresos", por lo que el mercado ilegal se sostiene gracias a las dos partes.
La mercadería ilegal en Paraguay entra tanto por las aduanas como por los puntos ciegos en las fronteras con Brasil y Argentina, lo que dificulta su control.
"Para enfrentar estos problemas se necesita reducir la demanda y la oferta (…) y se requiere una acción coordinada entre la industria y el Gobierno", agregó.
