La industria aeronáutica alemana presentó propuestas para que la aviación sea neutra para el clima a largo plazo, informó la Asociación Alemana de Aviación Comercial (BDL).
La entidad que reúne a las empresas del sector de la aviación señaló que el desarrollo de un combustible sintético para aviones es un instrumento fundamental, para el que sería necesaria una iniciativa político-industrial de la Unión Europea (UE) y sus países miembros.
La BDL mencionó como ejemplo que el exceso de energía eólica podría utilizarse para la producción de combustible mediante el proceso "power to liquid". Las empresas intervinientes manifestaron su voluntad de participar en proyectos piloto.
La asociación, que incluye operadores aeroportuarios y grandes compañías aéreas, exige asimismo que el impuesto alemán de aviación se utilice para promover los combustibles renovables.
Hasta ahora, la BDL siempre había defendido la abolición del llamado impuesto sobre los billetes aéreos, que el año pasado reportó al Gobierno germano ingresos tributarios de alrededor de 1.200 millones de euros (unos 1.300 millones de dólares).
Algunos directivos, entre ellos Carsten Spohr, presidente de Lufthansa, o Stefan Schulte, presidente del operador aeroportuario Fraport, desistieron de esta posición en los últimos meses.
La asociación presentó además otras propuestas, entre ellas ofrecer a los pasajeros posibilidades más sencillas de efectuar el pago de una compensación por las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en el momento de realizar la reserva o compra del vuelo.
Asimismo, la entidad está a favor de una unificación de criterios para el espacio aéreo europeo a fin de evitar desvíos innecesarios de las aeronaves, que perjudican el clima.
Según la BDL, las compañías están dispuestas a cancelar rutas de vuelos domésticos si existen conexiones ferroviarias que permitan el llamado transporte intermodal, que combina diversos medios de transporte.
Por otra parte, las empresas del sector invierten en aviones modernos y más eficientes y continúan participando en los programas internacionales del comercio de derechos de emisión, agrega el informe.
Sin embargo, la BDL sigue rechazando iniciativas nacionales para introducir precios para las emisiones de CO2.