En un emotivo acto celebrado este 29 de noviembre en el Auditorio de la Policía Nacional, el Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (Inabie) realizó un detallado repaso de los dos años de gestión ejecutiva del ingeniero Víctor Castro y del destacado equipo de profesionales y técnicos que lo acompañan. Como es sabido, el Inabie tiene la crucial misión de alimentar adecuadamente a cientos de miles de escolares del sistema educativo público nacional. Esta labor se destaca como una de las políticas públicas más importantes en el ámbito del quehacer social del Gobierno, ya que tiene connotaciones intra e intergeneracionales.

Uno de los aspectos destacados del profusamente documentado discurso del director fue la relación del Programa de Alimentación Escolar (PAE) del instituto con la pobreza. No es un secreto que una proporción significativa de las familias con hijos en centros educativos oficiales o semioficiales son pobres o muy pobres. Además, sabemos que la pobreza está estrechamente vinculada, como causa motriz, a la desnutrición general y crónica, con efectos notables y comprobados en la educación.

Uno de estos efectos es la creación de brechas de aprendizaje debido a las limitaciones cognitivas que surgen por la falta de nutrientes. Estas brechas, a su vez, aumentan la probabilidad de repetición y deserción, así como disminuyen el rendimiento escolar. Simultáneamente, la cadena pobreza-desnutrición está indisolublemente ligada a enfermedades específicas y muertes prematuras.

El Inabie no tiene como objetivo atacar las causas estructurales de la pobreza en el país. Su noble misión es mitigar o solucionar sus secuelas, especialmente en el ámbito educativo. No obstante, es una buena noticia, como resaltó el director, que el PAE fuera incorporado recientemente a la metodología de medición de la pobreza monetaria. Los resultados de tal inclusión revelan que el programa comienza a tener un impacto positivo en la reducción de este importante indicador. En términos simples, el PAE está logrando que los ingresos familiares rindan más en el mercado. De acuerdo con el MEPyD:

“En este boletín (2023), podemos observar que la pobreza aumentaría en un 4.3 % si se eliminaran el PAE y las transferencias monetarias, principalmente desarrolladas por Supérate; la tasa de pobreza pasaría de 27.7 % a 32.0 %. Esto significa que, en 2022, más de 455 mil personas dejaron de estar en situación de pobreza monetaria debido al efecto del PAE y las transferencias monetarias».

 Ahora sabemos con certeza que la estrategia del INABIE reduce la cantidad de hogares en situación de pobreza monetaria mediante el suministro gratuito de alimentos, servicios de salud y útiles escolare. Pero hay otra arista crucial: el programa está generando cambios progresivos en la salud, las capacidades cognitivas y el aprendizaje a través de la implementación de medidas concretas destinadas a reducir la desnutrición, fortalecer la educación nutricional y mejorar ciertos indicadores de salud. Todo tiene una gran incidencia en la calidad del aprendizaje. Con estudiantes desnutridos no se puede aspirar al desarrollo progresivo, como escribía el prolífico escritor e intelectual Uslar Pietri.

Hoy, el programa enriquece su acervo nutritivo con la inclusión de frutas frescas, al mismo tiempo que, en medio de fuertes resistencias y resabios, se eliminaron los néctares en beneficio de una alimentación más saludable.

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Otro dato importante expuesto en la fiesta aniversario del Inabie es la creciente relevancia que tiene el Programa de Alimentación Escolar (PAE) en la subregión del Caribe. De acuerdo con un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo y el Programa Mundial de Alimentos, en 2022 cerca de 4 millones de niños recibieron alimentos en las escuelas caribeñas. El hallazgo, que debía ser del más alto interés de los medios de comunicación nacionales, es que el 53% de esos beneficiarios corresponden a la República Dominicana, más del doble que cualquier otro país de la región.

No es casual que sea así, ya que en los dos últimos años la cantidad de beneficiarios pasó de 1.8 a más de 2 millones. Actualmente, más del 20% de la población recibe alimentación escolar. El target del PAE sigue creciendo debido a la inclusión reciente del 100% de los jóvenes del Programa Oportunidad 14/24, y más de 100,000 adultos mayores del programa PREPARA a nivel nacional. Nunca el INABIE conoció un ritmo de suministros tal: siete días de la semana, descontados los feriados, durante todo el año.

Otro aspecto para destacar de la intervención de Castro es que no se trata solo de cantidad, sino también de calidad e inocuidad alimentaria. Las óptimas condiciones de los alimentos se logran mediante inspecciones calificadas, continuas y responsables, y análisis en laboratorios competentes. En lo que va del año, fueron efectivamente ejecutadas más de 40,000 intervenciones en escuelas, cocinas, panaderías, procesadoras de leche y almacenes, garantizando la calidad de los alimentos servidos. Además, el instituto desarrolla iniciativas puntuales, participativas e inclusivas de capacitación de los proveedores, a fin de ir forjando un compromiso por convicción con la calidad e inocuidad alimentaria.

La relevancia del INABIE podemos ubicarla no solo en la dimensión social, sino también en la económica. Los servicios de alimentación, provisión de utilería escolar y salud representaron pagos efectivos a las empresas en el período de 2021 a septiembre de 2023 por un valor de 49.8 mil millones de pesos, cantidad equivalente al despacho de 31,429 libramientos u órdenes de pago. Esta inversión beneficia principalmente a las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPymes) que componen el 90 % del universo de proveedores activos.

En cuanto a la gestión administrativa, un logro importante es la reducción del tiempo de espera por los pagos de 8 meses a solo 35 y 40 días. Como señaló el director Castro: «Ahora, son los proveedores quienes nos deben, ya que les pagamos por adelantado por los servicios contratados». Un compromiso con el bienestar general de los escolares, que además favorece a la industria textil dominicana, es la creciente inversión en utilería escolar que hoy asciende a más de 5 mil millones de pesos, esto es, cinco veces más que el monto registrado en 2021.

 Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos, afirmaba el prominente físico Albert Einstein. Los asombrosos resultados de la gestión del Ing. Castro y su equipo, logrados en apenas 24 meses, de hecho, surgieron de una crisis sin precedentes en la Administración en tiempos recientes. El presidente Abinader no se equivocó al elegir a Castro entre numerosos aspirantes al cargo. Nuestra cercanía a la institución nos permite afirmar que el presidente Luis Abinader debe estar completamente satisfecho con esa elección, al igual que la ciudadanía y la sociedad en general.

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