En estas fechas de reflexión y gratitud, resulta crucial detenernos a analizar el impacto transformador que ha tenido la comunidad latina en Estados Unidos durante 2024 y proyectar cómo políticas migratorias inclusivas en 2025 podrían potenciar aún más estos logros. Es un momento para reconocer los desafíos superados, los avances alcanzados y la esperanza que sigue viva en millones de corazones latinos.
La comunidad latina es un motor económico indispensable para Estados Unidos. Según el último informe del Latino Donor Collaborative, el Producto Interno Bruto (PIB) generado por los latinos alcanzó los $3.68 billones en 2022, ubicándose como la quinta mayor economía del mundo si fuera un país independiente. Este crecimiento no muestra signos de desaceleración, con un promedio anual del 4.1%, superando la tasa general de crecimiento del PIB estadounidense.
Más allá de los números, los latinos han demostrado ser resilientes emprendedores. En 2024, los negocios propiedad de hispanos crecieron un 34%, según el U.S. Hispanic Chamber of Commerce, generando más de 3 millones de empleos. Este espíritu emprendedor, alimentado por la determinación y creatividad, sustenta la economía y redefine el tejido empresarial del país.
En términos laborales, los latinos representan casi el 18% de la fuerza laboral total de EE. UU., desempeñando roles esenciales en industrias como la construcción, la agricultura, los servicios y la atención médica. De acuerdo con el Pew Research Center, el 68% de los trabajadores agrícolas son latinos, asegurando el suministro de alimentos en todo el país.
La integración migratoria sigue siendo un reto
A pesar de estas contribuciones, los desafíos persisten. En 2024, se registraron más de 200,000 solicitudes de asilo, reflejando el deseo de muchos de encontrar un futuro mejor en Estados Unidos. Sin embargo, los procesos legales siguen siendo complejos y largos, lo que pone en evidencia la necesidad de una reforma migratoria integral que facilite el acceso a vías legales.
Además, la tasa de naturalización alcanzó un récord histórico este año, con más de 960,000 personas que obtuvieron la ciudadanía estadounidense, según el Departamento de Seguridad Nacional. Este logro destaca la voluntad de los migrantes de contribuir plenamente a la sociedad estadounidense cuando se les brinda la oportunidad.
La oportunidad de 2025
Con el inicio de un nuevo ciclo político, 2025 presenta la oportunidad de implementar políticas que no solo reconozcan las contribuciones de los latinos, sino que también las potencien. Una reforma migratoria basada en méritos y humanidad podría acelerar la integración de los migrantes al mercado laboral, reducir la incertidumbre para los solicitantes de asilo y facilitar la reunificación familiar.
Asimismo, es crucial que estas políticas incluyan el fortalecimiento de programas educativos y de capacitación para migrantes, que les permitan acceder a empleos de mayor remuneración y avanzar en sus carreras profesionales.
En esta víspera de Navidad, recordemos que detrás de cada número y estadística hay historias humanas: madres que trabajan incansablemente para ofrecer un mejor futuro a sus hijos, jóvenes que se convierten en la primera generación de universitarios en sus familias y empresarios que transforman barrios enteros con sus iniciativas.
El impacto de los latinos en Estados Unidos es una representación del poder que tiene la diversidad y la riqueza que proviene de acoger a quienes buscan un nuevo comienzo. Que este espíritu inspire a los legisladores a fomentar políticas migratorias que no solo brinden estabilidad, sino que también impulsen el crecimiento y la innovación que los latinos ya aportan al país. Es momento de mirar hacia 2025 con optimismo, con el compromiso de construir un futuro donde todos puedan prosperar. Que la Navidad nos inspire a reconocer el valor de la comunidad latina y a trabajar juntos por un mañana más inclusivo y prometedor.
Acerca del autor
El Lic. Néstor Saldívar posee una maestría en Ciencias de la Educación, con enfoque en Planificación Educativa. Es abogado y comunicador, antiguo director asociado de comunicación de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días para la región del Caribe. Obtuvo la visa EB-2 con la exención por interés nacional en base a sus propios méritos en tan solo 45 días. Por su experiencia y con deseo de ayudar a otros a lograr lo mismo, crea contenido educativo desde su plataforma ResidenciateconS y otros.
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