La tecnológica estadounidense IBM decidió despedir esta semana a unos 2.000 empleados, según informó el diario The Wall Street Journal.
La empresa, en un comunicado remitido al periódico, señaló que sigue haciendo cambios en su plantilla para centrarse en los segmentos de más negocio dentro del mercado y, a la vez, continúa "contratando con agresividad" en nuevas áreas.
A finales del pasado año, IBM tenía 350.600 empleados, el menor número desde 2005, según datos facilitados a los reguladores.
Mientras tanto, el gigante tecnológico tiene unas 25.000 ofertas de empleo alrededor del mundo, según varios medios.
La empresa con sede en Armonk (Nueva York) empezó a recortar puestos de trabajo en Estados Unidos en el año 2016 como parte de un plan para dar más atención a los productos en la nube y la inteligencia artificial.
Ese esfuerzo no ha podido compensar un crecimiento más lento en otras áreas e IBM ha visto cómo su facturación se reducía en los últimos tres trimestres.
La empresa anunció el pasado año un acuerdo para adquirir Red Hat, proveedor líder mundial de software de código abierto en la nube, por 34.000 millones de dólares, una operación que espera completar este año.
Los últimos resultados de la tecnológica decepcionaron a muchos analistas, con unos beneficios netos de 1.591 millones de dólares, un 5,5 % menos que en el mismo período del ejercicio anterior, consecuencia sobre todo de unos ingresos a la baja en su sección de servicios tecnológicos globales.
Entre enero y marzo, la firma ingresó 18.182 millones, una cifra 900 millones por debajo de la de 2018, cuando facturó 19.072 millones.
Pese a esas dificultades, las acciones de IBM han subido un 16 % desde el inicio del año y este viernes avanzaban por encima del 1 % tras conocerse la noticia de los despidos.