La eléctrica española Iberdrola tuvo un beneficio neto de 963,9 millones de euros en el primer trimestre del año, un 15 % más que en el mismo periodo de 2018, impulsado por el aumento de la demanda global, el incremento de la producción eólica marina y el buen comportamiento del negocio en España.
Según comunicó este jueves la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), regulador español, el resultado bruto de explotación (ebitda) ascendió a 2.599,4 millones de euros, lo que supone un incremento del 11,9 %, con mejoras en todos los negocios.
El resultado se vio influido de forma positiva por las mejoras tarifarias en Brasil junto con las eficiencias logradas y el aumento de la demanda, la mayor capacidad instalada en México, el buen comportamiento del negocio de generación y clientes en España y el incremento de la producción eólica marina por la contribución del gigantesco parque Wikinger (Alemania).
Los ingresos de la compañía repuntaron un 8,5 % hasta marzo, hasta los en 10.138,9 millones de euros, y el margen bruto mejoró un 7,8 %, hasta alcanzar los 4.323,1 millones.
Por su parte, el resultado neto de explotación (ebit) se situó en 1.632,2 millones de euros, un 17,7 % más que en el mismo periodo del año anterior.
El negocio de Redes, que mejoró en todas las zonas geografía, generó un ebitda de 1.318,4 millones de euros, un 9,9 % más, mientras que el de Renovables se situó en 683,6 millones de euros, un 13,3 % más, gracias a Brasil, México y Reino Unido, y la aportación de la eólica marina, que compensaron la menor producción en España y Estados Unidos.
En el caso del negocio de Generación y Clientes, el ebitda creció un 19,2 % y alcanzó lo 600,5 millones de euros, apoyado fundamentalmente en el comportamiento de España y México, que compensaron el descenso del 66,2 % en el Reino Unido debido a varios factores.
La eléctrica, que en los últimos doce meses ha invertido más de 5.300 millones de euros, destinó 1.200 millones a inversiones durante el primer trimestre de 2019, de los que un 87 % fueron para redes y renovables.
La deuda financiera neta ajustada se situó en 35.559 millones de euros al finalizar el trimestre, 2.428 millones de euros más que en el mismo periodo de 2018.