Los huracanes Florence y Michael, de categoría cuatro en una escala de cinco, que afectaron este año especialmente a Estados Unidos, causaron daños estimados de 17.000 millones de dólares (14.899 millones de euros) y 15.000 millones de dólares (13.146 millones de euros), respectivamente, según un estudio de la organización Christian Aid publicado hoy jueves.
Los costes derivados de los diez fenómenos meteorológicos más extremos de 2018 a nivel mundial superaron los 1.000 millones de dólares (876 millones de euros), según el estudio.
El informe, titulado "Counting the Cost: a year of climate breakdown" (Contando el coste: un año de colapso climático), analiza las diez sequías, inundaciones, incendios, olas de calor, tifones y huracanes más destructivos de los últimos 365 días.
Otros desastres incluidos en el estudio son la sequía en Argentina, que afectó a las cosechas de soja y maíz, con un coste 6.000 millones de dólares (5.258 millones de euros) y contribuyó a que el país entrara en recesión, o el verano extremo que vivió Japón.
La inundaciones en el país asiático mataron al menos a 230 personas, con un coste de 7.000 millones de dólares (6.134 millones de euros), y fueron seguidas por un calor sin precedentes y el tifón Jebi, la tormenta más fuerte que ha azotado al país en 25 años.
El informe señala que todos estos desastres están relacionados con el cambio climático.
El director global de cambio climático de Christian Aid, Kat Kramer, manifestó que "a menudo se considera el cambio climático un problema del futuro" porque sus consecuencias son "tan devastadoras" que no queremos afrontar "lo que ya está ocurriendo".
Este informe muestra, explicó, que para mucha gente el cambio climático está teniendo un impacto en su vida ahora mismo.