El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, volvió a defender este jueves su decisión de designar como embajador de Brasil en Estados Unidos a uno de sus hijos y alegó no entender el motivo de tanta polémica si se trata, en su opinión, de un nombramiento no solo legal como conveniente.
"¿Por qué toda esa presión sobre un hijo mío?", preguntó el jefe de Estado en declaraciones que concedió a periodistas a la salida del Palacio presidencial de la Alvorada y al ser interrogado sobre su decisión de designar como embajador en Washington al diputado Eduardo Bolsonaro.
"¿Él es competente o no es competente? Varios países hacen indicaciones políticas para cargos diplomáticos y en Brasil eso también es legal", agregó el mandatario, que igualmente ha negado que la designación pueda ser considerada como un acto de nepotismo.
El líder de la ultraderecha brasileña alegó que sus antecesores también propusieron políticos para cargos diplomáticos pese a que tradicionalmente todos los representantes de Brasil en el exterior han pasado por la carrera diplomática.
El mandatario recordó el caso del exdiputado Tilden Santiago, un correligionario del entonces presidente Luiz Inácio Lula da Silva en el Partido de los Trabajadores (PT) que tampoco hizo carrera diplomática y que fue nombrado como embajador de Brasil en Cuba tras haber sufrido una derrota en las elecciones legislativas.
"Tilden Santiago no consiguió la reelección en 2002, lo mandaron como embajador en Cuba y nadie dijo nada", alegó Bolsonaro.
El jefe de Estado insistió en que la legislación brasileña no prohíbe las designaciones políticas en cargos diplomáticos y, que, además de ser legal, su decisión es de conveniencia para Brasil debido a las buenas relaciones de su hijo con miembros del Gobierno del presidente Donald Trump.
"¿Hay algún impedimento? No lo hay. Además, atiende al interés público. ¿Cuál es el papel de un embajador? ¿Acaso no es tener una buena relación con el jefe de Estado del país en que está? ¿Atiende eso? Lo atiende. Entonces se trata de algo obvio", afirmó.
Eduardo Bolsonaro, de 35 años, que fue el diputado más votado en las elecciones legislativas de octubre pasado y preside la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara baja, ha tenido una activa participación en la política exterior de Brasil desde que su padre asumió el mandato, el 1 de enero pasado.
El vocero de la Presidencia brasileña, general Otavio Rego Barros, admitió la víspera que, pese a la polémica, el Gobierno ya tiene listo el documento que será enviado a Estados Unidos para consultar sobre la indicación diplomática.
El nombramiento, además del plácet del Gobierno estadounidense, también depende de la aprobación por mayoría simple en el Senado.
La representación de Brasil en Washington se encuentra sin embajador desde el pasado abril, cuando el diplomático Sergio Amaral, en el puesto desde 2016, fue transferido para una oficina en Sao Paulo.
En la ocasión, Bolsonaro apuntó que había solicitado el cambio de embajadores en una quincena de países debido a la "mala imagen" de Brasil en el extranjero y al hecho de que era presentado fuera del país "como dictador, racista y homofóbico" sin la respectiva "defensa" de los diplomáticos brasileños.
El miércoles, en declaraciones que concedió en la ciudad argentina de Santa Fe tras participar en la cumbre semestral del Mercosur, el líder ultraderechista dijo que ninguno de los embajadores de Brasil en Estados Unidos hizo algo positivo por el país desde 2003.