El Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, anunció este miércoles que ha implementado una política para deportar de manera "expedita" a inmigrantes indocumentados que no puedan demostrar que llevan al menos dos años en EE.UU.
Así lo comunicó la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), que es el aparato federal encargado de las deportaciones, en un comunicado en el que señaló que a partir de hoy puede "acelerar" la expulsión de ciertos inmigrantes sin documentos y con antecedentes criminales gracias a una orden judicial emitida recientemente por la Corte de Apelaciones del Distrito de Columbia.
"Nuestra capacidad para implementar esta importante herramienta estatutaria nos permitirá proteger aún más nuestras comunidades y preservar la integridad de las leyes de inmigración exigidas por el Congreso de nuestra nación", apuntó Tony Pham, director en funciones del ICE.
Antes de la puesta en marcha de esta nueva directriz, las autoridades migratorias solo podían utilizar la "deportación expedita" con inmigrantes detenidos en un radio de 100 millas de la frontera que no fueran capaces de demostrar que ingresaron legalmente al país y que no hubieran estado por lo menos dos semanas en EE.UU.
La medida apunta a aquellos extranjeros que están en EE.UU. "sin haber sido admitidos o en libertad condicional luego de la inspección de un agente de inmigración en un puerto de entrada" -proceso que se aplica para los solicitantes de asilo- y a quienes no llegaron por mar, los cuales no han estado físicamente en el país en los dos años previos a que se determine su inadmisibilidad.
Además, afectará a quienes han estado en el país continuamente durante al menos 14 días, pero menos de dos años.
La nueva normativa no afecta a los extranjeros que llegan a los puertos de entrada -mayoritariamente en busca de asilo- que, según el documento, "ya están sujetos a una deportación acelerada".
Según la norma, los extranjeros que sean colocados en un proceso de deportación "acelerada" y que manifiesten su intención de solicitar asilo al expresar temor a ser perseguidos o torturados de regresar a su país "serán entrevistados por un oficial de asilo" que determinará si tiene "un temor creíble".
Los inmigrantes que estén sujetos a una posible deportación "expedita" podrán demostrar que han estado en el país más de dos años con documentos de cuentas bancarias, facturas, recibos, cartas, registros escolares o pagos de impuestos, entre otros.
Respecto a la aplicación de esta ley, ICE explicó que todos sus agentes y abogados "deben completar la capacitación requerida" en la página digital de la agencia "antes de que puedan implementar" el programa.
La nueva medida empieza menos de dos semanas antes de la celebración de las elecciones presidenciales el próximo 3 de noviembre, que enfrentará a Trump y el candidato demócrata, Joe Biden.