El Gobierno de Nicolás Maduro anunció este lunes el incremento del 375 % del salario mínimo legal en Venezuela, que pasó de los 40.000 hasta los 150.000 bolívares, que en divisa supone pasar de los 2,02 hasta los 7,60 dólares por mes.
El anuncio fue hecho por el presidente de la comisión de Trabajadores de la Asamblea Nacional Constituyente -un foro compuesto por más de 500 afectos a Maduro, y cuya legitimidad no reconoce buena parte de la comunidad internacional-, Francisco Torrealba, quien en el pasado ocupó el ministerio del Trabajo.
"(El) nuevo ingreso mínimo para todos los trabajadores en la República Bolivariana de Venezuela ha sido establecido en 300.000 bolívares soberanos, de los cuales 150.000 corresponden a salario mínimo y 150.000 a cesta ticket socialista", informó Torrealba sobre el aumento del ingreso, así como del bono de alimentación de pago obligatorio en Venezuela.
No aclaró cuándo comenzará a regir el aumento, o si también afectará a las más de cuatro millones de personas que, de acuerdo con el Gobierno de Nicolás Maduro, perciben pensiones homologadas al salario mínimo en el país.
En agosto de 2018, Maduro lanzó un paquete de medidas económicas que vincularon el salario mínimo al criptoactivo petro, sobre el que pesa una sanción de Estados Unidos y tiene poca incidencia en el sistema de pagos del país.
Así, el ingreso mínimo se estableció en medio petro, cuya unidad se cambiaba por 80.000 bolívares o 4,05 dólares.
Pero cerca del mediodía de este lunes (16.00 GMT) las instituciones financieras de Venezuela seguían mostrando el valor del petro en 80.000 bolívares.
El Banco Central del país, en tanto, dejó de mostrar hace semanas el marcador diario del petro.
Las principales patronales de Venezuela, como Fedecámaras, Fedeindustria y Consecomercio, no se pronunciaron de forma inmediata por el aumento.
Tampoco los gremios de trabajadores, que han exigido durante meses una mejora sustancial en sus ingresos.
Venezuela atraviesa la mayor crisis económica de su historia moderna, con ciclos de escasez y altos precios de los productos básicos y medicinas causados por una inflación que el Parlamento, que controla la oposición, cifra en más de 3.000 % en los primeros nueve meses de este 2019.