El Gobierno de Jair Bolsonaro no interferirá en la política de precios de Petrobras, pero la estatal petrolera tendrá que ser más "transparente" en la forma en la que calcula los reajustes del combustible, informaron este martes fuentes oficiales.
Así confirmaron a la prensa los ministros de Minas y Energía, Bento Albuquerque y de Economía, Paulo Guedes, tras participar en una reunión con Bolsonaro, con el presidente de Petrobras, Roberto Castello Branco, y con otros miembros del Gabinete, en la que se discutió la política de precios de los combustibles de la estatal.
Según el jefe de la cartera de Minas y Energía, Petrobras es la responsable de definir el momento y el valor del reajuste en el precio del diésel.
No obstante, Guedes señaló que los reajustes al combustible "no pueden ser diarios" y dijo que era necesario dar más "transparencia" a la forma en que se calculan, porque "todo eso está en la consideración" de Bolsonaro.
"Todo esto fue conversado, Petrobras tiene que trabajar para mejorar sus prácticas", explicó Guedes.
La aclaración llega una semana después de que Bolsonaro vetará un alza del precio del diésel prevista por la estatal Petrobras, ante una posible huelga de camioneros, similar a la que en mayo del año pasado paralizó a Brasil durante once días.
La decisión del mandatario brasileño -que fue interpretada por el mundo financiero como una "intervención" del Gobierno en una empresa controlada por el Estado, pero con capital en bolsa- hizo que las acciones de la mayor compañía de Brasil cayeran un 8 % y su valor de mercado se redujo en 8.330 millones de dólares en una sola jornada.
La decisión de Bolsonaro fue justificada por el ministro Guedes, quien consideró "natural" que el presidente tenga ese tipo de "preocupación" por los precios de los combustibles porque el mandatario mira la "dimensión política" de ese tipo de acciones.
La huelga de los camioneros, que paralizó Brasil durante once días en mayo del año pasado causó desabastecimiento en todo el país y trajo consigo un perjuicio en la economía brasileña de 15.900 millones de reales (unos 4.130 millones de dólares).
Para contener el riesgo de una huelga de camioneros, cuyos rumores continúan haciendo eco en Brasilia, el Gobierno anunció hoy un paquete de medidas que incluyen créditos públicos por 500 millones de reales (unos 131,5 millones de dólares) para ayudar al mantenimiento de los camiones, y mantenimiento de las vías.
En este sentido, el Gobierno dijo que invertirá 2.000 millones de reales (unos 526 millones de dólares) en mejorías de carreteras que están en mal estado, las cuales se calcula que representan el 60 % de las vías del país.